Ser Padres

Aprender a hablar: pautas sencillas para ayudar a nuestro hijo

Cada niño tiene su desarrollo y su propio ritmo de aprendizaje. Más o menos, se empieza a hablar alrededor del año, sin embargo, no todos lo hacen a la vez.

Los avances en el desarrollo nos hacen especial ilusión a todos los padres, pero sin duda, uno de los grandes momentos es cuando empiezan a decir sus primeras palabras. Alrededor del año comenzamos a escuchar los primeros “papa” “mama” “tata” pero…

¿Qué podemos hacer para potenciar su capacidad de expresión?

  • Hablar despacio, articulando correctamente cada palabra que les decimos.
  • Hablar de una manera sencilla, con frases cortas que sean comprensibles para ellos.
  • No usar lenguaje infantilizado, utilizar una adecuada entonación.
  • Dejar espacio para que ellos puedan expresarse, aunque lo que digan no sea el sonido correcto. Cuando empiezan, cualquier sonido es un logro.
  • No corregir directamente, sino repetir la palabra que han dicho usando la forma correcta. Ejemplo: Si ellos usan “tote” nosotros siempre diremos coche.
  • Evitar la utilización de diminutivos, como al principio su uso de palabras en principalmente monosílabos o bisílabos todo será “ito” “ita”.
  • Nombrar todos aquellos objetos relacionados con ellos en lo cotidiano (biberón, pañal, chupete, etc.) y describir las acciones que realicemos con ellos, ejemplo: “vamos a cambiar el pañal”.
  • Cantar canciones, leer cuentos… todo lo que le haga escuchar el lenguaje le va a favorecer su integración y su repetición.
  • Dar respuesta a cualquier intento de comunicación, incluso cuando al principio nos cueste, debemos responderle para que vaya integrando ese proceso.
  • Dar tiempo y espacio para que nos pida lo que quiere. Los padres nos solemos anticipar a sus necesidades y es conveniente para su desarrollo esperar a que expresen su petición.
  • Es recomendable empezar a poner cosas a cierta altura para que si lo quieren o quieren jugar con ello lo tengan que “pedir”, a su manera, pero pedirlo.
  • Jugar con las onomatopeyas (los ruidos de): sonido del coche, sonido de los animales, timbre, etc. Les divierte.

En resumen: hablar es un “gran triunfo” y las familias podemos hacer muchos juegos y rutinas con los niños para favorecer el desarrollo de esta capacidad.

Leticia Rubio Sanchez-Vizcaino forma parte del departamento psicopedagógico de la Escuela Infantil "El Mundo de Mozart

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