¿Las mascarillas podrían afectar al desarrollo del habla en los niños?
Esta es la pregunta que se ha hecho un grupo de investigadores que intenta descubrir si el uso de mascarilla podría afectar al desarrollo del habla en los niños.
Los niños aprenden por imitación y, a la hora de aprender sus primeras palabras, también se fijan en los movimientos de la boca para imitarlos, precisamente. No es ilógico pensar que, entonces, el uso de mascarillas estará dificultando ese desarrollo del habla en los más pequeños.
De hecho, yendo un paso más allá, tú también habrás notado que desde que usamos mascarillas nos cuesta mucho más entender a las personas: a menudo pedimos que nos repitan la información o, incluso, que nos hablen más alto. Esto pasa porque nosotros, inconscientemente, también nos fijamos en los movimientos de la boca a la hora de hablar con otras personas. “Esto no solamente ocurre porque el sonido del habla se distorsiona cuando pasa a través del tejido o del plástico de la mascarilla, sino también, y sobre todo, porque los adultos percibimos el habla a través del oído y a través de los ojos”, contaba en octubre del pasado año Núria Este- Gilbert, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, en un artículo de la Universitat Oberta de Catalunya.
A esta conclusión ha llegado un grupo de investigadores que está recopilando información y diferentes artículos científicos para descubrir si, efectivamente, la pandemia y el uso obligatorio de las mascarillas podrían retrasar o, incluso, dificultar el desarrollo del habla en menores. Aunque todavía no hay ninguna conclusión al respecto, sí que están centrados en descubrirlo.
En concreto, Núria Este-Gibert (una de las participantes en este estudio) ha apuntado que “observar los labios ayuda a los niños a adquirir el lenguaje. A partir de los cuatro y ocho meses emiten balbuceos y su punto de atención es la boca. Es algo que sucede también cuando aprendemos un idioma extranjero”. Por tanto, asegura, “si no tienes esa información de la boca, es como si tu cerebro fuera más a ciegas”.
En el artículo de octubre, la autora también lo afirmaba: “sabemos que el hecho de observar los movimientos de los labios durante el habla es una ayuda clave para los niños en el proceso de adquisición del lenguaje”.
Aunque es algo que afectaría a todos los niños, lo cierto es que aquellos con algún trastorno del aprendizaje y los que tienen Trastorno del Espectro Autista serían los más perjudicados.
¿Existe alguna solución?
Aunque todavía no existe mucha información al respecto, lo cierto es que la profesora Núria Este y Laura Ferinu, explican cómo podríamos evitar que el uso de mascarilla interfiriera con la adquisición del lenguaje en niños pequeños.
Por una parte, son partidarias de gesticular más y mejor. “Los gestos de las manos, la cabeza y del cuerpo son un elemento comunicativo muy eficaz”, aseguran las expertas. Así que, una buena idea es potenciar esa coordinación de gesto y habla en la comunicación y acompañar el habla con más gestos comunicativos.
Además, de cara a los educadores, también proponen hablar más lento para que los peques puedan captar mejor los fonemas que intentamos transmitir. E, incluso, utilizar mascarillas trasparentes (siempre homologadas), aunque lamentablemente existe todavía poca presencia de este artículo.