Ser Padres

Los motivos por los que deberías dejar que tu hijo juegue con diferentes texturas

Son múltiples los beneficios que ofrece este tipo de actividad tanto en el cole como en casa, ya sea con la comida o a través del juego.

Hay todavía quien se lleva las manos a la cabeza o, como mínimo, tuerce el gesto, cuando se enteran de que en escuelas infantiles y coles los más pequeños dedican una parte importante de su tiempo a explorar con sus manos distintas texturas tanto en el juego como al comer.

Incluso hay muchos padres y madres que ven con buenos ojos que sus hijos experimenten así en el ámbito escolar pero no facilitan que lo hagan en casa. Muchas veces, porque son conscientes de que ello implica manchas, en los peques y en la casa, y eso les obliga a lavar a fondo después. Y no están dispuestos. Otros, directamente no creen en sus beneficios, que existen, y no son pocos, como te vamos a contar a continuación.

Al comer

La primera gran ventaja de dejarles comer con las manos es que potenciará su habilidad con dichas extremidades, mejorando la psicomotricidad fina del pequeño, que coordinará mejor el movimiento de sus manos con sus ojos y será más hábil con sus manos.

Además, le permitirá tener mejor conciencia de su propio cuerpo porque calculará la distancia a su boca, entenderá lo que es capaz de hacer con sus manos; y también es muy probable que dé pasos de gigante en su alimentación ya que le permitirá habituarse a diferentes texturas, que a menudo son el principal inconveniente para los niños que pasan previamente por una etapa en la que solo se alimentan con purés (lo que implica además que sea obligatorio comer con cuchara).

El mismo aprenderá a comer con seguridad, siempre bajo vuestra supervisión y solo aquellos alimentos que sepáis que pueden probar enteros en función de su edad y las recomendaciones del pediatra al respecto, por supuesto, y lo hará además de forma más autónoma, que es el principal beneficio de dejar que jueguen y exploren con diferentes texturas tanto con la comida con el juego.

Ellos anhelan y demandan dicha autonomía desde muy pronto, y en la comida esta es la mejor forma de permitir que la alcancen.

Al jugar

Los espacios multisensoriales son una de las herramientas más utilizadas en la etapa de educación infantil porque les permite a los niños adquirir una serie de aprendizajes por sí mismos.

A través de la experimentación y el descubrimiento utilizando entre otros el tacto al jugar con diferentes texturas, desarrollan sus habilidades sociales y cognitivas, y lo hacen con mucha predisposición a ello porque este tipo de actividades despiertan su curiosidad al tener libertad para descubrir nuevas sensaciones.

Los niños, al fin y al cabo, experimentan constantemente, y este tipo de juegos, y más si se hacen en grupo, potencia precisamente este aspecto fundamental para su desarrollo al mismo tiempo que les invita a comunicarse, verbal y no verbal, a interactuar y a expresarse. 

Poco a poco, adquieren sensaciones nuevas que asimilan cuanto antes, lo cual es muy interesante de cara a situaciones reales que vivirán en su entorno -por ejemplo, cuando os ayuden en la cocina con la harina o cuando pisen la arena de la playa por primera vez-, y al generar en ellos tanto interés, mejoran también aspectos esenciales en su vida educativa posterior como la capacidad de concentración y la estimulación del pensamiento lógico.

Pero, por encima de todo, el de experimentar con diferentes texturas es un juego que les divierte muchísimo y que no tiene inconveniente alguno para ellos. Tener que limpiar después bien merece la pena, aunque las primeras veces que los hagáis en casa estéis cerca del infarto...

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