A la peluquería con el niño
Ir a la peluquería por primera vez puede ser todo un reto para un niño pequeño. Papá y mamá podemos ponérselo más fácil, evitar lloros y convertirlo en una experiencia divertida.
Autor: Beatriz González
Sobre todo la primera vez, el ruido de los secadores, las tijeras de tamaño considerable o el verse rodeado de adultos raros (con una especie de baberos enormes, rulos en la cabeza o la melena totalmente cubierta de papel de aluminio), puede no terminar de convencer al niño de que la peluquería es un lugar seguro.
Siguiendo unos cuantos consejos, la visita a la peluquería para el niño puede terminar siendo una experiencia agradable e incluso divertida.
Cómo tranquilizar al niño en la peluquería
- El niño tiene que sentirse protegido. Por eso aconsejan que la madre o el padre estén cerca del niño todo el tiempo.
- Conviene explicarle qué es lo que le van a hacer y enseñarle las tijeras, la máquina afeitadora etc antes de empezar la sesión.
- Es positivo distraerle con cosas que capten su atención, para que no se canse de estar quieto a los cinco minutos de sentarse en el sillón.
- Si le leemos un cuento, hacemos gestos frente al espejo o practicamos cualquier juego de manos, quizá consigamos que no mueva la cabeza.
- Hay peluquerías especializadas en niños que disponen de monitores para ver películas de dibujos animados y juegos.
Respetar los tiempos del niño
- El mejor momento para cortar el pelo a un niño es cuando está espabilado y descansado, es decir, desde primera hora de la mañana hasta un par de horas antes de comer, o después de su siesta.
- Conviene no acudir nunca con prisa a la peluquería. Si nuestro hijo tiene que tomarse su tiempo antes de sentarse observando al peluquero, o viendo para qué sirve el secador o cómo funciona un rulo, es aconsejable dejarle.
- Cuando el niño esté cansado, empiece a llorar y no haya forma de distraerle, es preferible levantarle del sillón y dar un paseo con él hasta que se despeje.
Trucos para cortar el pelo a niños muy inquietos
Asesora: María Victoria Martín, psicóloga infantil.