Cuentos para superar las rabietas y las pataletas
¿Tu hijo tiene rabietas? ¿Qué podemos los padres hacer cuando surgen? Seleccionamos una serie de cuentos que ayudarán a tu hijo a comprender lo que le pasa. ¡Y paciencia!

¡No!
¡No! es el título del cuento para 'superar' las rabietas escrito e ilustrado por de Tracey Corderoy y Tim Warnes

Coco y Tula: ¡Sentimientos!
Coco y Tula: ¡Sentimientos! (ed. Combel) es un cuento escrito e ilustrado por Patricia Geis y Sergio Folch. Trata sobre cómo expresar nuestros sentimientos, unas veces nos sentimos mejor que otras y a menudo no sabemos cómo decirlo.Es un libro perfecto para que los niños aprendan a comunicar, reconocer y medir sus sentimientos.

Porque sí
Porque sí es un cuento perfecto para el momento de rabietas y egoísmo de los más pequeñosier. Es un buen acercamiento a determinados conflictos familiares. Muchos padres y niños pueden verse reflejados en este cuento ilustrado de la editorial Tramuntana. Nicolás, el protagonista de este historia, justifica todas sus travesuras con un radical "porque sí".

Cuando estoy enfadado
Cuando estoy enfadado es un cuento en el que el protagonista se enfada y lo expresa. Una buena manera de enseñar a los niños cómo explicar sus sentimientos. Escrito por Trace Monorey. Ed. SM

¡Soy un dragón!
¡Soy un dragón! (ed. Edelvives) es un cuento de Thierry Robberecht. Es un cuento perfecto para tratar las rabietas. El niño va describiendo todo lo que siente cuando se enfada y sus papás, permanecen siempre a su lado. Ayuda a los pequeños a tomar conciencia de lo que sienten.

¡No me dejan hacer nada!
¡No me dejan hacer nada! es el título del libro escrito e ilustrado por Thierry Robberecht y Annick Masson de la colección Cubilete (ed. bruño) que ayudará a tus hijos a comprender el enfado y a saber expresarlo. ¡Muy adecuado para primeros lectores!A la pequeña protagonista de este cuento no le dejan sacar la lengua, como el camaleón; ni sorber por la nariz, como los cerditos... Ella tiene que portarse mejor que ellos porque es una niña MUY buena... ¿O quizá no tanto?