
Ejercicios
Los deportes que puedes practicar en el embarazo
Practicar deporte en el embarazo beneficia al bebé y a la futura mamá. te damos ideas sobre los ejercicios que puedes practicar durante estos nueve meses tan especiales.

Debe reservarse para mujeres que ya lo practicaban previamente y sin llegar a las marcas, ni en velocidad ni en duración, de antes (durante el embarazo hay que evitar sofocarse). Se puede correr en cualquier momento del día, pero en invierno conviene hacerlo en las horas centrales porque la temperatura es más suave. En verano, sin embargo, es mejor salir a primera hora de la mañana o a última de la tarde.

Es uno de los ejercicios más recomendables, sobre todo si se practica en el campo, respirando aire puro. Caminar mejora la flexibilidad de las articulaciones (cadera, rodillas y tobillos) y favorece la circulación. Para andar correctamente hay que apoyar bien el pie, primero el talón y la punta, y mantener la espalda recta y la cabeza alta. Es esencial utilizar un calzado cómodo, preferiblemente de piel. Conviene ayudarse de un bastón y acompañar el movimiento con los brazos.

Es una de las mejores opciones. En el agua, el cuerpo pesa menos y sin apenas esfuerzo se pueden realizar movimientos que fuera costarían mucho. La futura madre puede nadar a crowl, a espalda o a braza, siempre que no arquee demasiado la zona lumbar. Al salir del agua es importante respetar unas medidas higiénicas: sentarse sobre una toalla (no conviene hacerlo al borde de la piscina), secarse bien y quitarse el bañador cuanto antes.

Mientras el tamaño de la tripa no altere el equilibrio corporal, se puede montar en bici si ya se hacía con regularidad antes de quedarse embarazada, pero con mucha precaución por el riesgo de caídas. Los paseos deben ser breves, pues pasar mucho tiempo sentada sobre el sillín (pequeño y duro) puede afectar al periné, que se debilita en el embarazo.

Se pueden realizar tablas adaptadas a la gestación e incluso utilizar aparatos (bicicleta estática, step, etc.) de forma suave. Conviene consultar antes al ginecólogo y ser prudente en los ejercicios. Es fundamental realizar una respiración correcta y no contener el aire nunca. No se deben superar las 140 pulsaciones por minuto.