Descubren un nuevo tipo de contracciones en embarazadas
Existen varios tipos de contracciones, aunque las más populares son las que se producen durante el parto. Los investigadores han descubierto un nuevo tipo de contracciones en embarazadas y, además, han obtenido información que podría ayudar a saber qué ocurre en los embarazos con preeclampsia.
Pensábamos que ya sabíamos todo acerca de las contracciones que se producen a lo largo del embarazo y durante el parto, sin embargo, un reciente estudio ha hecho un nuevo hallazgo: según investigadores de la Universidad británica de Nottingham y publicado en Plos One existen otro tipo de contracciones y las han denominado "bombeo uteroplacentario", un nuevo mecanismo del que los expertos tratan de averiguar cuál es su función. Según el estudio este bombeo implica contracciones de la placenta y de la parte de la pared del útero a la que está adherida.
Tipos de contracciones
Cuando hablamos de contracciones automáticamente solemos pensar en las que se producen durante el parto, sin embargo, no son las únicas. A lo largo del embarazo se producen diferentes tipos de contracciones: las contracciones de Braxton Hicks son las que se producen durante el embarazo y sirven para que el cuerpo de la mujer se vaya preparando para el parto, las contracciones pródromos, que tienen como función ir borrando el cuello del útero, las contracciones de parto que se producen para dilatar el cuello del útero y dejar paso a la salida de la cabeza del bebé y las contracciones de alumbramiento, que tienen como finalidad expulsar la placenta.
Todas estas contracciones tienen en común que se producen en el útero.
Bombeo uteroplacentario
El descubrimiento de este tipo de contracción es un hallazgo importante, ya que estas contracciones se producen en la placenta y parte del útero, a diferencia de las que se conocían anteriormente. Estas contracciones no son iguales que las contracciones Braxton Hicks en las que todo el útero se contrae en la práctica para el parto.
El estudio se hizo mediante resonancia magnética para estudiar cómo la sangre fluye a través de la placenta para llevar oxígeno al bebé. Los investigadores tratan de descifrar cuál es la función de estas contracciones, aunque consideran que podrían servir para detener el estancamiento de la sangre en partes de la placenta.
Embarazos sanos y preeclampsia
Estas resonancias se hicieron a 34 mujeres con embarazos sanos y también a 13 mujeres con preeclampsia y se encontraron diferencias en el flujo sanguíneo de la placenta entre ambos, un descubrimiento que es muy importante porque puede aportar información de por qué con la preeclampsia el bebé puede nacer más pequeño y prematuro.
La placenta es básica para llevar al bebé nutrientes y oxígeno, por lo que cualquier anomalía en el flujo de sangre puede afectar a estas funciones y repercutir en el desarrollo fetal. Analizar casos de embarazos sanos y con preeclampsia les ofreció información a los expertos de cómo la sangre materna se filtra entre las vellosidades por las que fluye la sangre del feto y cómo esto afecta a la oxigenación de la placenta. En los embarazos sanos “la sangre fluye muy lentamente” a través de la placenta para llevar oxígeno al bebé, “sin embargo los patrones normales de flujo y oxigenación son mucho más variables en la preeclampsia”, según informó mediante un comunicado del centro universitario Neele Dellschaft, investigadora de la Universidad de Nottingham que lideró el estudio. Esto puede dar más ideas de por qué los bebés de embarazos en los que hay un diagnóstico de preeclampsia suelen ser más pequeños y nacer prematuros.