Depilación durante el embarazo: ¿está permitido?
Este es uno de esos temas propicios para que proliferen los mitos sobre él pero lo cierto es que, aunque sí sean compatibles, algunos métodos son altamente desaconsejables y, en todo caso, se deben extremar las precauciones porque la piel está más sensible en esta etapa.
Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo son tantos que afectan a detalles que a priori tienen que ver con esperar a un bebé, como es el caso de la depilación. Muchas son las mujeres gestantes que dudan de si pueden realmente lucir las piernas sin vello mientras están embarazadas, pero al mismo tiempo no tienen clara ni la respuesta ni siquiera el por qué de esta incertidumbre que vamos a intentar disipar en las próximas líneas.
La respuesta a si el embarazo y la depilación son compatibles es fácil, clara y rápida: sí. Y menos mal pensarán algunas, ya que durante esta etapa de cambios constantes para el cuerpo, los mencionados cambios hormonales también afectan a las células cutáneas, de manera que puede aparecer vello en mayor cantidad -se normaliza tras el parto-. Pero como casi todo lo que tiene que ver con el cuerpo y la salud de la gestante durante el embarazo, toda respuesta afirmativa tiene sus condicionantes, que en este caso concreto tienen relación directa con el método de depilación que se elija.
La elección del método
Podríamos mencionar cuáles son los métodos recomendados o los que, por lo menos, no están contraindicados para depilarse el embarazo, pero es más efectivo si le damos la vuelta a la tortilla y empezamos por aquellos que estén totalmente desaconsejados: el lásery la cera caliente. Esta última puede producir quemaduras en una piel que está más sensible de lo normal y además está demostrado que puede facilitar la aparición de varices porque dilata los vasos sanguíneos, y las varices son una consecuencia habitual del embarazo en las gestantes, de modo que no conviene echar más leña al fuego en este sentido.
El láser y la fotodepilación, por su parte, son métodos prohibidos porque no hay evidencias de que no tengan impacto en el feto, así que es mucho mejor prevenir que curar.
En el otro lado de la balanza, mucho más poblado, están las cuchillas de afeitar, el método menos agresivo aunque también sea el que menos aguanta en el tiempo; las máquinas de autodepilación, si bien es recomendable usar cabezales para pieles sensibles; las cremas depilatorias, las cuales deben ser testadas en una zona reducida para ver si producen algún tipo de reacción indeseada; y la cera fría, que no dilata los vasos sanguíneos como sí lo hace la caliente, aunque sí puede ser demasiado agresiva para la piel, que como ya hemos mencionado anteriormente, suele estar más sensible durante el embarazo.
Todos estos métodos, unos más y otros menos, y extremando siempre las precauciones, son aptos para la depilación durante el proceso de gestación, no así la cera caliente, la fotodepilación y el láser.