Yoga para el embarazo: cómo aliviar los dolores de espalda y de costillas
La espalda durante el embarazo sufre así que Beatriz Molina Escudero fisioterapeuta de Espacio Físico nos ofrecen unos ejercicios para aliviar dolores.
La espalda, las lumbares, las articulaciones y las costillas son zonas que se resienten durante la gestación, por ello la fisioterapeuta Beatriz Molina Escudero, directora de Espacio Físico nos ofrece una serie de ejercicios para aliviar los dolores que provoca que el bebé se vaya haciendo hueco en el vientre materno, con la colaboración de Verónica Rodríguez Segura, embarazada de 36 semanas.
La fisioterapia sirve para desbloquear las articulaciones, disminuir los dolores lumbares y la ciática. Los beneficios médicos y ventajas de cara al parto y el posparto son preparar la pelvis para el parto.
Durante los 9 meses de embarazo es beneficioso practicar pilates en máquina o yoga con ejercicios adaptados. Practicar deporte y hacer ejercicios de estiramiento, guiados por un fisioterapeuta y consultado por una matrona o ginecóloga, durante el embarazo es beneficioso para la madre y el bebé, ya que ayuda a equilibrar los cambios que experimenta el cuerpo femenino y lo prepara para el momento del parto.
Es importante el asesoramiento ya que las clases de yoga o pilates deben estar personalizadas según las necesidades de cada madre y el periodo de gestación. Este punto es la clave para potenciar los beneficios y realizar un seguimiento de sus progresos.
Durante el embarazo, practicar ejercicio moderado favorece el desarrollo del feto y contribuye a la salud de la madre, flexibilizando la musculatura, estimulando la circulación sanguínea y equilibrando los niveles hormonales. A través del yoga para embarazadas, las futuras madres se adaptan a los cambios corporales que se van produciendo durante la gestación, con el objetivo de dinamizar su pelvis y permitir mayor movimiento. Además de reforzar el esquema corporal, tan afectado en los meses de gestación.
Aunque el ejercicio siempre será positivo para el desarrollo de los bebés y el bienestar de las madres, hay que contar siempre con la autorización del obstetra encargado del seguimiento de la paciente para evitar lesiones o problemas relacionados con la gestación. La supervisión por parte de entrenadores cualificados de las rutinas de entrenamiento será clave para la correcta ejecución de los ejercicios y el mantenimiento de la salud de la madre.
Durante el primer trimestre es más aconsejable realizar rutinas de baja intensidad dado que son los meses más peligrosos para la supervivencia del feto. Según las necesidades de cada madre las clases se pueden adaptar hasta convertirse en sesiones de respiración, movilización articular y toma de conciencia corporal. Además, los primeros meses la mujer sufre un importante cambio hormonal que le lleva a tener en ocasiones náuseas, vómitos, dificultad para conciliar el sueño, etc.. Por eso la practica de ejercicio puede ayudar a minimizar estos síntomas.