Ser Padres

El mejor calzado para caminar embarazada

Los ginecólogos recomiendan caminar al menos una hora al día durante el embarazo. Pero ¿se puede llevar cualquier calzado?

Durante los meses de embarazo, el calzado de las mujeres gestantes no sólo ha de favorecer la traspiración sino adaptarse a los cambios que experimentan los pies en esta etapa. Una etapa en la que el pie se vuelve más largo y más ancho por el aumento de peso, como explica Felipe Mantecón, técnico especialista en Metodología Elements y miembro del grupo de trabajo de la clínica Feelgood Center.

Según matiza, "lo ideal para caminar cuando la mujer está embarazada es buscar un calzado de puntera ancha con máximo dos centímetros de tacón, y en ningún caso completamente plano con el fin de no sobrecargar la musculatura posterior del cuerpo".

De ahí que su recomendación cuando la embarazada se pruebe el calzado pase por comprobar que los dedos no lleguen hasta el final de la zapatilla. Asimismo, Mantecón recomienda que dichas zapatillas no tengan la suela redondeada (aquéllas que la tienen en forma de barco), ya que "cambia la musculatura que utilizamos de forma natural al caminar y a la larga es peor".

En este sentido, el experto consultado recuerda que durante el embarazo se recomienda el fortalecimiento del pie pisando una pelota de gomaespuma de una dureza blanda-media (como una de squash) y hacer ejercicios de movilidad del pie (tobillos y dedos). Ejercicios que en la medida de lo posible han de tener un crácter diario y con los que no sólo las embarazadas estarán protegiendo sus pies sino con los que se pretende que también hagan lo propio con sus rodillas, sus caderas, su pelvis y su espalda.

Cosas a tener en cuenta

Además del tipo de calzado que se lleve durante los nueve meses del embarazo, las mujeres que estén esperando un bebé también han de tener en cuenta las siguientes recomendaciones si deciden hacer ejercicio en las semanas de su gestación:

  • Si se sale a hacer ejercicio lo ideal es hacerlo siempre que se pueda más o menos a la misma hora, comprobando que la elegida es buena tanto para la mamá como para el bebé.
  • Además, la ropa con la que se vistan debe transpirar bien para eliminar el calor que se genera durante el ejercicio.
  • Se deben evitar los terrenos inestables, así como las subidas y las bajadas muy pronunciadas, sobre todo al final del embarazo, cuando se pierde la agilidad y cuando la coordinación y el equilibrio se ven afectados.
  • La actividad física moderada durante el embarazo debe ser continua (a ser posible, diaria) y nunca ocasional.
  • Conviene realizar un estiramiento suave antes y después de cada caminata para relajar los músculos de las extremidades inferiores especialmente, pero sin forzar la posición.
  • Además, es muy importante mantener previo a la realización del ejercicio una adecuada ingesta de alimentos que asegure el aporte calórico necesario, además de hidratarse antes, durante y después de la caminata.
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