La máscara de la embarazada, ¿cómo lo trato?

El melasma, más conocido por la máscara de la embarazada, es la aparición de manchas oscuras (la palabra técnica son máculas) hiperpigmentadas alrededor de las mejillas, en la frente o en la zona del bigote, incluso en las tres zonas. La causa principal son las alteraciones hormonales junto con una exposición alta a la radiación solar.

Los casos de melasma se dan más en embarazos y en tratamientos hormonales como el tratamiento hormonal sustitutivo de las mujeres menopáusicas. Aunque también se ha visto que existe una predisposición familiar y étnica a la aparición de esta hiperpigmentación.

El mejor preventivo contra la aparición del melasma es la protección contra el sol tanto de forma física (utilizando sombreros o sombrillas) como con la utilización de protectores solares con alto índice de protección (50) y que cubra las radiaciones UVB y UVA. Además, algunos incorporan antioxidantes con el objetivo de facilitar la cobertura de estos filtros. Es necesario aplicar estos productos varias veces al día, lo recomendable es hacerlo cada 2 horas.

El tratamiento del melasma se realizará con sustancias despigmentantes como son la hidroquinona, la arbutina, el ácido kójico, el ácido azelaico, el ácido glicólico o el ácido retinoico en bajas dosis, así como la combinación de varios.

Cuando esto no es suficiente, el tratamiento pasa a incluir peelings químicos con sustancias despigmentantes y, en últimos casos, con láseres no ablativos o luz pulsada intensa.

Es necesario saber que el tratamiento contra el melasma no es resolutivo al 100% y que será la combinación de varios, la protección solar y la constancia del paciente lo que determine el éxito.

Fuente: Por la Dra. Amparo Rodríguez Álvarez, miembro de Saluspot y especialista en dermatología en el Centro Dermatológico Dra. Amparo Rodríguez.