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Cómo congelar los óvulos para extender la fertilidad

La congelación de los óvulos puede ayudar a la hora de ampliar la fertilidad cuando la mujer en esos momentos piensa no quedarse embarazada. Pero, ¿cómo es el proceso?

Aunque es posible que nunca te lo hayas preguntado o cuestionado, muchas mujeres dudan acerca de la posibilidad (y las ventajas) que podría suponer la congelación de los óvulos en una etapa en la que la fertilidad se encuentra casi al cien por ciento.
Especialmente en un momento en el que muchas mujeres se plantean una maternidad más tardía debido a la situación laboral y / o económica actual, que puede influir negativamente en las posibilidades o incluso en las ganas de tener un bebé en esos instantes.
Se trata, como vemos, de un tema controvertido, pero ciertamente importante en el mundo de la fertilidad, sobre todo cuando pensamos en el reloj biológico y en la importancia que puede suponer no retrasar la maternidad. Y es que, aún cuando podamos pensar que se trate de una opción más o menos adecuada, consiste, en realidad, en una elección muy compleja.

¿En qué consiste la congelación de los óvulos?

Conocida también con el nombre de autoconservación o vitrificación de los ovocitos, se trata básicamente de una técnica que ayudaría a preservar la fertilidad, consistente en la congelación, ultrarrápida, de los ovocitos en una solución crioprotectora con nitrógeno líquido a -196 ºC.
Al congelar sus óvulos, una mujer puede suspender su reloj biológico, ya que la capacidad de procreación de los ovocitos congelados será -casi- la misma que con los ovocitos naturales.
En caso de que no exista límite de edad, sobre todo estrictamente hablando, los especialistas consideran que sería recomendable hacerlo antes de los 35 años de edad, ya que tanto la reserva ovárica (es decir, el número de óvulos que tiene una mujer desde el nacimiento) como la calidad del ovocito son factores que disminuyen con el paso del tiempo.
De hecho, las posibilidades de embarazo dependen esencialmente de la edad a la que los ovocitos fueron recolectados (y congelados), por lo que en el mejor de los casos lo ideal es que se produzca antes de los 35 años de edad.

¿Cómo se realiza la congelación de los óvulos?

El proceso que se sigue para la congelación de los óvulos es en realidad bastante sencillo y simple. De hecho, consiste básicamente en una serie de pasos que la mujer debe seguir para conseguirlo, con la ayuda del especialista en fertilidad.
1. La visita a la clínica de fertilidad
La primera cita con el especialista le permite estudiar la situación de la paciente y sus posibilidades de éxito, además de los riesgos que podría presentar tanto la estimulación ovárica como la extracción de los ovocitos.
Es común que, en los días siguientes, o incluso en el mismo momento, se lleven a cabo distintos análisis de sangre, ecografías y pruebas ginecológicas con la finalidad de controlar el estado de la fertilidad y, sobre todo, indagar acerca de cuál sería la viabilidad de la autoconservación de los óvulos.
Foto: Istock

Cómo se hace la congelación de óvulosFoto: Istock

2. Estimulación ovárica
Si todo está bien, el segundo paso consiste en la estimulación ovárica, que se realiza mediante inyecciones subcutáneas diarias durante un período comprendido entre los 9 a 10 días, aunque deben comenzar el segundo día de la menstruación.
Son útiles para impulsar tanto la producción como la maduración de los óvulos. Eso sí, para garantizar que el tratamiento funciona bien, es posible que el especialista programe 3 o 4 análisis de sangre (o ecografías).
3. Punción
Dos días después de la última ecografía llega el momento de la punción. Una vez que los óvulos han madurado de forma adecuada, son extraídos con una aguja que se coloca a través de la vagina (bajo guía ecográfica).
Consiste en una extracción de varios ovocitos bajo anestesia general o locorregional, la cual no es dolorosa. Lo más posible es que la mujer permanezca un día hospitalizada, después del cual puede irse a casa.
Finalmente, los óvulos son congelados y almacenados hasta el momento en que la mujer decida utilizarlos.

¿Cuánto puede costar?

Aunque todo depende de la clínica de fertilidad a la que se asista, es común que el precio del tratamiento oscile entre los 2.000 y los 3.000 euros aproximadamente.
Este precio incluye, por lo general, todos los pasos necesarios para el tratamiento, desde los análisis hormonales a las ecografías, pasando por la estimulación ovárica, la extracción y recogida de los ovocitos, la anestesia, la hospitalización y la congelación de los óvulos.

¿Qué ocurre después de la congelación de los óvulos?

Cuando la mujer está lista para intentar el embarazo (lo que puede ser varios años después), los óvulos se descongelan, se fertilizan con un único espermatozoide y, si se produce la fecundación, se transfieren al útero como embriones.
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