Consejos para cuidarte durante el embarazo
Todos los cuidados que te concedas durante el embarazo también beneficiarán al bebé. Te enseñamos algunos trucos para que te relajes y disfrutes al máximo en esta etapa.
Autor: Eva Méndez
Entre la mujer y el bebé que crece dentro de ella se establece un canal de comunicación permanente. Todo lo que la madre hace repercute en el feto: si practica ejercicio, mejora su oxigenación; si come bien, favorece su desarrollo; si descansa y busca tranquilidad, le proporciona bienestar. Son buenas razones para cuidarse.
1. Conseguir tiempo libre
Debemos reservar un rato cada día para realizar una actividad agradable: tomar un café con una amiga, ir al cine, leer a nuestros autores favoritos, salir de compras o disfrutar de un relajado paseo por el parque. Este tiempo será algo así como la guinda de la jornada. Es imprescindible que, a lo largo del día, haya un equilibrio entre las fases de actividad y las de descanso.
2. Levantarse, un placer
¿Por qué saltar de la cama al primer timbrazo del despertador? Es preferible desperezarse con ganas, como hacen los gatos, antes de incorporarse.
Este estiramiento hará que nos sintamos mejor y pondrá el sistema circulatorio en marcha. Por el bien de la musculatura abdominal, hay que tumbarse de costado antes de incorporarse. Una vez que hayamos puesto los pies en el suelo, levantemos los brazos y saludemos el día con una sonrisa. Ahora sí estamos listas para comenzar la jornada.
3. Libertad para los pies
Dar un paseo por un terreno blando, como un sendero de tierra o la playa, descarga los pies y la espalda. Es imprescindible llevar un calzado cómodo y sin tacones, y caminar en buena postura: erguidas y con la tripa metida para contrarrestar la curvatura de la espalda.
Si antes de irnos a la cama aplicamos aceite de sésamo tibio en los pies (se calientan dos cucharadas al baño María), nos damos un buen masaje y nos ponemos unos calcetines, dormiremos a pierna suelta.
4. Adiós al mal humor
Los pequeños enfados pueden evaporarse tras repetir el siguiente ejercicio diez veces:
5. Cervicales relajadas
6. El placer de un buen baño
Nada mejor para cuidarnos durante el embarazo que darnos un buen baño relajante de cuando en cuando. Llenamos la bañera de agua no muy caliente, echamos unas 15 gotas de esencia de incienso o mirra, nos sumergimos... y no tardaremos en sentir sus efectos renovadores.
Las fragancias estimulantes también te ayudarán a reponer fuerzas. Hay que echar dos o tres gotas de esencia de cítricos sobre una piedra aromática, acomodarse en un sillón confortable, cerrar los ojos y respirar el olor que desprende la piedra.
La esencia de cítricos resulta relajante y estimulante a la vez, por lo tanto, es perfecta para activar nuestra energía en muy poco tiempo cuando solo disponemos de un rato libre. No se debe cambiar de aroma sin consultar con un especialista porque no todos los aceites etéreos son apropiados durante la gestación.
7. Que trabajen los demás
Si la pareja, los padres o amigos quieren echarnos una mano con nuestras tareas, aceptemos de buen grado.
Y si ellos no caen en la cuenta, no dudemos en pedírselo. Conviene acostumbrarse a hacerlo, pues cuando haya llegado el bebé, toda colaboración será poca.
8. Nueces y bebidas reconfortantes
Para reponer fuerzas no hay nada mejor que las nueces. Se pueden comer a cualquier hora, y las peladas son fáciles de transportar porque caben en cualquier bolsillo. Aportan cinc y magnesio, dos nutrientes que estimulan las células grises. Pero no hay que pasarse: unos 40 gramos al día bastan, porque también son muy ricas en grasas.
Una bebida reconfortante. Si hace frío, no hay nada más estimulante que tomar una bebida caliente. Cuando se espera un bebé noconviene abusar del té ni del café (no más de tres cafés suaves, ocuatro tés al día), ni beber tisanas que no hayan sido recomendadas porel médico. Un vaso de leche con miel (ideal antes de irse a dormir) oun poleo nos darán energía y nos hidratarán.
9. ¡Fuera estrés!
Durante un breve descanso podemos hacer el siguiente ejercicio:
Las cargadas de oxígeno también pueden ayudarte a reducir el estrés. Respiramos hondo, conscientemente, como si fuéramos a enviar el oxígeno hasta el último rincón del cuerpo. Expulsamos el aire lentamente, tardando más o menos el doble en espirar que en inspirar. El futuro bebé nos lo agradecerá y nuestra mente también.
10. Un buen masaje
Si somos de esas personas que dan vueltas y vueltas a los problemas, un masaje craneal nos vendrá como anillo al dedo. Podemos dárnoslo nosotras mismas.
El masaje que nos da nuestra pareja también nos hará sentir sumamente bien, Es fácil de entender: en la superficie de la piel están los receptores de las endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad. Además, está comprobado que los suaves masajes y las caricias benefician la salud. Relajan y estimulan el sistema circulatorio y el linfático. Solo hay que tener cuidado con la columna vertebral: debe quedar para los profesionales.
11. Piernas ligeras
12. Habla con el bebé
El futuro bebé oye la voz de la madre, así que ¿por qué no hablar con él? Podemos contarle cualquier cosa: que se acerca el momento de su nacimiento o que los abuelos vendrán a cenar con nosotros. Otra opción es escuchar una obra musical alegre y serena pensando que él también puede disfrutarla. Comunicarse con el niño intrauterino es una forma de incorporarle a nuestra vida, de demostrarle nuestro amor, y de forjar los primeros vínculos con él.
13. ¡Evita el dolor de cabeza!