Vinoterapia: el poder antoxidante de las uvas
Los tratamientos de belleza con vino y uvas están de moda. Las uvas encierran en sus frutos un potente antioxidante que rejuvenece la piel y la protege de los radicales libres.
Los primeros en aprovechar los beneficios de la uva fueron los spas y balnearios, en los que se aplican toda una serie de tratamientos, agrupados bajo el nombre de vinoterapia: baños, mascarillas, envolturas, peeling, masajes…
Con el paso del tiempo, y demostrado su efecto beneficioso para la piel, han salido al mercado diversos productos de cosmética que emplean las uvas, la vid y el vino para formular cremas, aceites, geles, anticelulíticos, etc., que podemos usar en casa.
Los orígenes de la vinoterapia
La vinoterapia nace como tal en Francia en 1996, de la mano de dos vitivinicultores que, al descubrir el potencial de las uvas, crean la primera línea cosmética con más de 25 productos. Sin embargo, ya las romanas y, más tarde las mujeres medievales, conocían sus beneficios y se aplicaban mascarillas con uvas trituradas. Famosas como Madonna, Carolina de Mónaco o Catherine Zeta Jones son clientas de los centros de vinoterapia.
¿Qué tienen la uva y el vino que favorece tanto a la piel?
El componente mágico de la uva es el resveratrol, un compuesto de la familia de los polifenoles, presente en las uvas y en el vino tinto, que es un magnífico antioxidante. Es 50 veces más potente que la vitamina E y 30 veces más que la C, y las uvas lo fabrican para protegerse frente a las infecciones y los radicales libres.
Este compuesto, que está presente sobre todo en el hollejo y las pepitas de la uva, se encuentra también en otros frutos, como arándanos, cacahuetes y granadas. El resveratrol activa la producción de sirtuinas, llamadas las proteínas celulares de la longevidad.
Los polifenoles previenen el envejecimiento de la piel, la hidratan y la reafirman, estimulan la producción de colágeno, favorecen la microcirculación y tonifican los músculos.
Dicho así, se podría pensar que con tomar cada día una o dos copas de vino tinto (es el que más polifenoles contiene) o un buen racimo de uvas, podríamos ahorrarnos todas las cremas de belleza, pero por desgracia no es así. Según los investigadores, para que el resveratrol sea realmente efectivo tendríamos que consumir nada menos que unos 100 litros de vino al día...