Demostrado: la maternidad es contagiosa
Si estás embarazada, avisa a tus amigas: es posible que, en unos meses, a ellas también les entren ganas de traer al mundo un bebé.
¿En qué grupo de amigos no ha sucedido que, una vez que los primeros se lanzan a ser padres, se “abre la veda” y los embarazos se suceden uno después de otro? Pues ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Groningen (Países Bajos) ha hecho un estudio y lo ha demostrado con datos: efectivamente, la maternidad es contagiosa.
Utilizando un Estudio Nacional Longitudinal de Salud en la Adolescencia en EEUU, los científicos examinaron los casos de 1.700 mujeres de entre 15 y 30 años y descubrieron que los embarazos planificados eran más frecuentes después de que alguna amiga hubiera dado a luz. Además, este deseo por ser madre empezaba a crecer desde el momento del parto hasta dos años después, momento en el que el “pico de contagio” era mayor. Después, el interés decrecía hasta ser insignificante.
Los amigos nos influyen
No solo en la maternidad: muchas de las decisiones que tomamos, de nuestros hábitos de vida, de nuestra forma de ver el mundo, etc., están profundamente influenciados por los amigos. Para los autores de este trabajo, publicado en la revista American Sociological Review, es normal compararse con los amigos, especialmente cuando se es joven. "El hecho de estar rodeado amigos que acaban de ser padres hace que quienes no lo son aún sientan la presión de tener hijos también", explica Nicoletta Balbo, una de las autoras.
Los amigos son también fuente de aprendizaje y, al observarles desempeñar su función como padres, la gente se replantea el hacerlo con su propio hijo. Y, sobre todo, "tener hijos al mismo tiempo que otros amigos tiene muchas ventajas. Se comparten experiencias similares y se minimizan las tensiones que el propio embarazo y el cuidado de los hijos conllevan", argumenta la investigadora.