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Cómo influye la regla en la ovulación

La regla es una consecuencia de la ovulación cuando no hay embarazo. Si conoces bien tu ciclo menstrual, te será más fácil quedarte embarazada.

Marta Rubio

Cada mes, una glándula situada en el cerebro llamada hipófisis, empieza a mandar señales al ovario a través de una hormona llamada FSH, para que haga crecer un folículo (saco de líquido) que alberga un óvulo en su interior y produzca niveles cada vez mayores de estrógenos y otras sustancias.

Aproximadamente a los 14 días del inicio de la última regla, el cerebro descarga una gran cantidad de otra hormona, llamada luteinizante (LH), que hace que se rompa el folículo y se libere el óvulo. Se produce entonces la ovulación. Es el mejor momento para intentar concebir.

Por eso, los test de ovulación miden el nivel de LH: con una gota de orina se puede saber cuál es el momento más fértil del ciclo.

Después, el óvulo pasa a las trompas de Falopio, llega al útero y si allí se encuentra con un espermatozoide se puede producir la fecundación y el embarazo.

Paralelamente, los estrógenos hacen crecer una mucosa dentro del útero que se llama endometrio.

En la segunda fase del ciclo (fase lútea), que dura 14 días hasta la regla, el folículo que contenía el óvulo produce cantidades importantes de progesterona que prepara al endometrio para que anide el embrión por si hay un embarazo.

Si no hay embarazo, el endometrio, engrosado y acolchado se va desprendiendo poco a poco en forma de un sangrado, que es lo que llamamos la regla.

El ciclo menstrual clásico dura 28 días, pero en algunas mujeres es más corto y en otras más largo. Es habitual que se presenten pequeños retrasos o adelantos. No tiene importancia, porque basta una emoción para alterar el ciclo.

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