Pilates para embarazadas
Practicar ejercicio durante el embarazo no solo ayuda a controlar el peso, también evita dolencias como la ciática y la lumbalgia. ¿Una buena opción? El Pilates.
El pilates resulta muy beneficioso porque hace hincapié en la respiración para aliviar la fatiga y la tensión nerviosa, además de activar la circulación, fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad. Lo más indicado es comenzar después del primer trimestre y siempre con autorización médica (especialmente si antes no se hacía deporte).
Sus beneficios
Durante el embarazo se producen muchos cambios en el cuerpo de la mujer y es importante facilitar este cambio de la mejor manera posible, de tal forma que la futura mamá esté bien preparada para la llegada del bebé. Según Carmen Muñoz Mayordomo, fisioterapeuta del centro Kinesa, especializado en Pilates para embarazadas, “nuestras alumnas afirman encontrarse mejor desde que practican Pilates, se sienten más ágiles y con más energía especialmente el día que vienen a clase y los posteriores”. Sin duda, cuerpo y mente se benefician de sus efectos:
¿Vale cualquier clase de pilates?
Lo cierto es que no. Las clases de Pilates para embarazadas difieren mucho de las clases de Pilates normal. Para empezar deben estar impartidas por fisioterapeutas especializados en preparto ya que existen ejercicios y movimientos que están desaconsejados en estos casos:
Además de buscar centros especializados es importante que hables antes con tu fisioterapeuta ya que, si tu estado es muy avanzado, habrá ejercicios que te supongan demasiada tensión en las articulaciones. Puede que sea mejor, incluso, que optes por el yoga y recuperes tu práctica de Pilates cuando hayas dado a luz.