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El estrés en el embarazo puede tener efectos en el cerebro del bebé

Cuando una futura mamá conoce la noticia de que su bebé nacerá con una cardiopatía congénita, se produce en ella un estado inevitable de estrés y ansiedad que afecta al cerebro del niño, tal y como ha demostrado un estudio publicado por la revista JAMA Pediatrics.

Cuando una mujer se queda embarazada tiene clara una cosa: lo único que espera es que su futuro bebé llegue al mundo completamente sano. Sin embargo, esto no siempre es así: cada día nacen en España 10 niños con alguna cardiopatía congénita, de acuerdo a los datos de la Asociación Menudos Corazones.

Se considera cardiopatía congénita cualquier alteración del corazón y los vasos grandes que se originan antes del nacimiento. La mayoría de estas, de las que hay muchos tipos, se producen como consecuencia de un desarrollo defectuoso del embrión durante el periodo de gestación. Algunas de ellas se detectan en edades más tardías y otras, sin embargo, se visualizan antes de que el niño nazca. Por suerte, la mayoría suelen ser leves y solo requieren revisiones cardiológicas periódicas pero otras, sin embargo, necesitan intervenciones quirúrgicas sucesivas o, incluso, cateterismos.

Cuando la futura mamá se entera de esta noticia, es normal que sienta miedo y que ese miedo se convierta en estrés, ansiedad e, incluso, depresión durante la gestación que puede afectar al desarrollo del cerebro del feto. Al menos, así lo ha confirmado un estudio recién publicado por la revista especializada JAMA Pediatrics y llevado a cabo por investigadores del Children’s National Hospital de Washington.

Y es que, de acuerdo al mismo, aunque se desconoce la asociación entre el estrés y el desarrollo del cerebro, sí se ha observado que el cerebro sufre deterioro en el hipocampo, entre otras zonas.

Los autores del estudio concluyen el mismo subrayando la importancia de la ayuda para la angustia psicológica materna, sobretodo en el periodo de gestación, así como el apoyo prenatal integrado a la salud mental ya que, según ellos, el estrés es un factor de riesgos potencialmente modificable en esta población que, sin embargo, es de alto riesgo.

¿Cómo se llevó a cabo el estudio?

Para llegar a estas conclusiones, los científicos estudiaron 223 imágenes de resonancia magnética de 140 fetos: 74  de ellas correspondientes a 48 fetos con cardiopatía congénita detecta y 149 de 92 fetos completamente sanos, entre la semana 21 y 40 de gestación. De esas 48 mujeres cuyos bebés sufrirían patología del corazón, 31 (es decir, el 65%) dieron positivo en estrés, 21 en ansiedad y 14 en depresión. Sin embargo, de las 92 embarazadas de hijos sanos, solo el 21 tenían ansiedad, frente a las 8 en las que se detectó depresión. Estos datos obtenidos del análisis se asociaron con un hipocampo izquierdo más pequeño en estos niños, además de regiones deterioradas en la cara media de este hipocampo y en la cara inferior de la cabeza y el cuerpo del hipocampo derecho. Añadido a eso, también concluyeron algunas regiones deterioradas en el cerebelo.

Otras consecuencias del estrés en el embarazo

Este estudio no es el único que demuestra que sufrir estrés y ansiedad en el embarazo no trae consecuencias buenas para el feto. Otro publicado hace un tiempo concluyó que las mujeres que habían sufrido la pérdida de un ser querido en los nueve meses de embarazo (algo que produce malestar, angustia y ansiedad), tenían más posibilidades de tener un niño con labio leporino.

Por eso, es muy importante mantenerse relajada durante este periodo en todos los ámbitos vitales. Por ejemplo, si estos altos niveles de estrés están relacionados con el puesto de trabajo, la mujer tiene derecho a cambiar de puesto. Además, como medida preventiva, es importante vivir en un ambiente saludable y que la pareja colabore, no solo para contribuir a formar ese ambiente idóneo, sino también para evitar situaciones que puedan agobiar.

El estrés dificulta el embarazo

Además, otro dato de especial interés relacionado con el estrés es el que concluyó un estudio publicado en la revista ‘Fertility and Sterility’: también dificulta el momento de quedarse embarazada. En concreto, las mujeres que se agobian y se estresan por conseguir un bebé, reducen las posibilidades de conseguirlo en un 12%.

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