Ejercicio físico

Ejercicio físico

Los mejores ejercicios para la embarazada son caminar y nadar.

También resultan muy recomendables el yoga, el baile suave y la gimnasia de preparación al parto. Estas prácticas ponen al alcance de la futura madre técnicas de relajación y respiración.

Si la futura madre hacía algún deporte antes de la gestación, podrá continuar con él siempre que no realice movimientos bruscos, se canse, o haya riesgo de caídas. En cualquier caso, durante el embarazo se deben tomar algunas precauciones:

- Contar con el consentimiento del ginecólogo.
- No fatigarse ni excederse en la duración. No conviene hacer ejercicio cuando las temperaturas son altas y la humedad ambiental elevada.
- Practicarlo de forma regular y realizar ejercicios de estiramiento y relajación antes y después de cada sesión.
- Utilizar siempre ropa y calzado cómodos.
- Procurar ingerir agua en abundancia.

Después del parto, los ejercicios más idóneos son aquellos que fortalecen las deterioradas musculaturas del periné y de los abdominales. La reanudación de la práctica deportiva debe hacerse de manera gradual, aumentando poco a poco la intensidad y la duración del ejercicio.

Precauciones
Realizar ejercicio físico sin haber tomado las medidas anteriores puede ser muy peligroso, tanto para la madre como para el futuro bebé.

Uno de los riesgos más frecuentes es que el feto sufra isquemia, es decir, falta de oxigenación. Cuando la intensidad del ejercicio físico es demasiado elevada provoca un aumento de volumen sanguíneo en los músculos que están en activo y una disminución en los vasos sanguíneos del útero. No obstante, la aportación de oxígeno se recupera con el cese de la actividad.

Otro de los riesgos para el futuro bebé es la hipoglucemia, causada por un agotamiento de las reservas de glucosa en la madre como consecuencia del ejercicio intenso. Por otra parte, la elevación de la temperatura corporal de la madre puede ocasionar una hipertermia en el feto, un problema grave que, en las primeras semanas de gestación, puede provocar malformaciones congénitas, y en las últimas semanas, crecimiento intrauterino retardado.

Contraindicaciones
La mujer tendrá que interrumpir el programa de ejercicios y consultar con el médico siempre que detecte alguno de los siguientes síntomas: fatiga, mareos, desmayos, palpitaciones, debilidad muscular, sensación de ahogo, edemas, dolores abdominales, hemorragias, pérdida de peso, cefaleas persistentes, alteración en los movimientos fetales o contracciones que no cesan.

La práctica de ejercicio está contraindicada en caso de enfermedades renales o cardíacas, infecciones, embarazos múltiples, diabetes sin controlar, hipertensión arterial, placenta previa, hemorragias, crecimiento intrauterino retardado u otras complicaciones de la madre o el feto.

Beneficios del ejercicio físico
- Fortalece el tono muscular.
- Mejora la función cardiorrespiratoria.
- Facilita el parto y la recuperación.
- Ayuda a conciliar el sueño y disminuye el estrés y la ansiedad.
- Mejora el estado de ánimo en general.
- Favorece el crecimiento del feto.
- Es beneficioso para mantener la tensión arterial controlada.
- Prepara el cuerpo para el parto.
- Alivia el dolor de espalda.
- Evita el aumento excesivo de peso.
- Disminuye las molestias digestivas y combate el estreñimiento.
- Previene la aparición de venas varicosas.