Embarazo
10 cambios que experimentarás en tus genitales durante el embarazo
El embarazo trae consigo sensaciones nuevas: potenciación de los olores, malestares, gases y serpientes que se mueven dentro de ti, pero seguro que no habías oído que tu zona íntima iba a sufrir cambios. ¡Te los contamos!
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer puede experimentar numerosos cambios: varices, estrías, dolor del pecho, hinchazón, acné o, incluso, tener un pelo brillante y sedoso. Sin embargo, y aunque no suela hablarse de ello, tu zona íntima también sufre diversas variaciones. ¿Qué cambios de tus genitales en el embarazo se consideran normales? ¿Cuándo debes de preocuparte o consultar a tu ginecólogo?
Como explica la doctora Isabel Santillán, ginecóloga experta en fertilidad de AVA, “la vagina de la mujer también sufre una serie de cambios totalmente habituales durante la gestación”. Todo esto se debe a que el desarrollo del bebé dentro de tu vientre lo cambia todo en tu cuerpo. El organismo sintetiza grandes cantidades de hormonas, como la progesterona y otras hormonas, sintetizadas por la placenta, que provocan cambios en tu organismo para adaptarse al desarrollo del feto.
Además del crecimiento en volumen del útero que se convierte en evidente, el cuerpo de una mujer embarazada experimenta muchos cambios hormonales que afectan su estética, sensación, y hasta el olor del fujo vaginal. Las alteraciones en los genitales que suelen provocar recelo a la hora de consultar, así que no te preocupes aquí os hablaremos de los 10 cambios que puede sufrir tus labios vaginales, tu flujo y en definitiva, tu zona íntima. Os explicaremos cuándo suele ocurrir, a qué se debe ese cambio y si después del parto todo vuelve a la normalidad.
Es importante hablar de estos cambios, ya que muchas veces se convierten en temas tabú, cuando lo ideal es normalizar y dar a conocer estos aspectos sobre el embarazo y la maternidad que suelen permanecer más ocultos. Tener la información ayudará a entender mejor qué pasa en el cuerpo de la mujer durante el embarazo y también a no asustarse por cosas que pueden ser normales, aunque hayamos oído hablar poco de ellas. De este modo, será más fácil saber qué puede considerarse normal o qué nos debe poner en alerta y pedir asesoramiento médico.
La doctora Santillán, junto con los expertos de Ava, explica algunos de los cambios habituales en la zona íntima que a continuación detallamos:

Debido al aumento del flujo sanguíneo, la zona íntima puede volverse azul o incluso violeta. Este cambio suele comenzar a experimentarse a partir de la sexta semana de embarazo. Una vez que nazca tu bebé el color volverá a la normalidad.

Las hormonas, el flujo sanguíneo y el crecimiento del útero pueden provocar la aparición de venas varicosas. Este es un síntoma que solo afecta al 10 por ciento de las embarazadas y que desaparece unas seis semanas después del parto. Además, el riesgo de sufrirlas es directamente proporcional al número de embarazos.
Las hormonas, el flujo sanguíneo y el crecimiento del útero pueden provocar la aparición de venas varicosas. Este es un síntoma que solo afecta al 10 por ciento de las embarazadas y que desaparece unas seis semanas después del parto. Además, el riesgo de sufrirlas es directamente proporcional al número de embarazos.

“Algunas mujeres sienten hinchazón en la vagina, así como una mayor sensibilidad, mejorando, en ocasiones, las sensaciones durante el sexo. Esto se debe, de nuevo, al aumento del flujo sanguíneo”, explica la doctora Santillán.

Las hormonas del embarazo pueden promover la proliferación de hongos o bacterias vaginales naturales que provocan vaginosis bacteriana (VB) o infecciones por hongos. Ambas son comunes durante el embarazo y producen un flujo causante del picor que puede ser blanquecino-grisáceo (VB) o blanquecino-amarillento (infecciones por hongos). Lo más recomendable en esta situación es acudir al médico.

Durante el embarazo, también es totalmente normal que la vagina secrete mucosa transparente y viscosa. Suele ser densa y pringosa al principio del embarazo y se va volviendo escasa y acuosa hacia el final.
Esto se debe a que el aumento del flujo sanguíneo estimula las membranas mucosas, dando lugar a una mayor secreción.

En general los cambios en el olor no debe alterar de nada significativamente. Solo cuando el flujo desprende olores muy fuertes, con presencia de sangre, con apariencia similar al queso cottage, huelen a levadura, tienen un color amarillo o verdoso, provocan picazón, inflamación y dolor durante las relaciones sexuales o al orinar, es señal de que algo anda mal.

Es normal que en la zona genital y en la línea alba aumente el vello. No te preocupes excesivamente, pues suele desaparecer tras el parto, volviendo a la normalidad en pocos meses.

El nuevo entorno hormonal, dominado por la progesterona, favorece la relajación de la musculatura. En concreto, la vagina se vuelve más amplia y más elástica, favoreciendo con ello el parto. Tenemos una mala noticia, los labios vaginal no siempre vuelven a la forma original.

El embarazo conlleva aumento en la sudoración y, en especial, en la zona genital. Con frecuencia te quejas de tener siempre la ropa interior húmeda. Es normal y no tiene mayor importancia. ¡Paciencia!

Obviamente la sexualidad puede verse alterada por el embarazo. Es normal un menor o mayor apetito sexual en algunas mujeres. Las hormonas, los cambios en los genitales que te he comentado, el volumen del útero, etc... son los responsables.