Ser Padres

Cómo elegir el coche que mejor se adapta a tu familia

A la hora de adquirir un coche es importante saber que existe uno a tu medida: si eres padre primerizo o familia numerosa; desde "papás" jóvenes y aventureros a padres ecologistas, e incluso para quienes lo utilizan para viajar o simplemente para llevar a los niños al colegio.

Cuando llega el momento de comprar un coche nuevo, todo padre y madre debe estar seguro de que el coche que encaja a la perfección con su estilo de vida existe. Y nadie dijo que fuera fácil: los padres suelen fijarse más en el diseño, la motorización y el precio; y las madres en que sea práctico, espacioso y seguro. Pero determinar qué tipo de familia eres, es decir, el espacio que necesitas; el presupuesto que tienes, así como para qué necesitas el vehículo, ayudará a no equivocarte.

Tanto si vas a ser padre por primera vez, como si ya es tu tercer hijo. O bien si tus recorridos son diarios o si solamente vas a coger el coche los fines de semana, por ejemplo, para llevar a los niños al campo, o para viajes largos. No importa, hay un compañero de viaje perfecto esperándote. Y muy importante: este puede ser desde un compacto a un SUV. Aunque estos últimos se han convertido en el segmento más de moda y han relegado a un segundo plano a los demandados monovolumen o familiares, puede que no sea lo que necesites. Por ejemplo, muchos padres primerizos deciden agrandar su coche por los denominados “por si caso” cuando su compacto de cinco puertas y 380 litros de maletero es más que suficiente en ese momento. Por lo tanto, ¿en qué debemos fijarnos principalmente?

En primer lugar, el nuevo coche preferiblemente debe tener cinco puertas y espacio para tres pasajeros detrás. Da igual si sois solamente tres o siete, esta será una gran ventaja en cuanto a comodidad y seguridad, sobre todo porque los sistemas de retención infantil ocupan más espacio que una persona y siempre se deben colocar en los asientos traseros. Por lo tanto, tener un fácil acceso a la zona de la silla para colocar y recoger al niño cómodamente, es primordial.

Por otro lado, si tu familia es numerosa o simplemente te gusta viajar con mucho equipaje, existen coches con tercera fila de asientos que se pueden plegar y usarse solo cuando realmente los necesitas. Es más, también deberás fijarte si, cuando pliegas los asientos, el maletero queda completamente plano, porque aunque no lo parezca a simple vista ganarás en espacio y los bultos no se moverán con tanta facilidad.

También es importante contar con un buen maletero -mínimo en el que entre un carrito-, que sea de portón, perfectos para facilitar la carga y descarga de objetos voluminosos. Es más, intenta incluir en tu coche nuevo un sensor de apertura y cierre. Solo tendrás que pasar el pie o pulsar un botón, y lo demás lo hará el coche por ti, una característica especialmente útil cuando tienes las manos cargadas. Además, de igual manera es imprescindible para una familia que el coche tenga suficientes espacios de almacenamiento interiores. Cuantas más guanteras, bolsillos y huecos tenga para guardar todo lo que necesitas para ti y tus hijos, incluso al viajar, más cómoda y segura será tu experiencia. Desde luego, llevar objetos sueltos por las alfombrillas del coche durante la conducción puede ser muy peligroso.

Por último, no te olvides de la potencia. En este momento, tendrás qué considerar cómo lo vas a usar. Si tus trayectos son cortos y a diario, es mejor un coche con pocos CV porque será más que suficiente para moverte y así conseguirás unos consumos ajustados, ser más ecológico y cuidar tu bolsillo. Si por lo contrario, lo necesitas para viajes largos y continuos, necesitas una buena motorización que mueva todo el peso: los integrantes de tu familia, equipajes, bicicletas.. y todavía más si tienes que mover una caravana o remolque. Ante esto último, no olvides consultar cuánto peso puede mover el vehículo que elijas para luego no llevarte ninguna sorpresa.

Y llegados a este punto, a todo conductor le asalta la misma duda en la actualidad: ¿diésel o gasolina?. Aunque la respuesta es clara. Si solo te mueves por la ciudad (no más de 50-100 kilómetros al día) y tienes un cargador en casa, un híbrido enchufable o un coche 100% eléctrico es tu solución. Si tus trayectos son largos y haces alguna que otra escapada, bien no acumulas más de 15 o 17,000 kilómetros al año, un vehículo a gasolina es la mejor opción. Pero si tus trayectos superan los 20,000 kilómetros al año o solo utilizas el coche para viajes largos, no lo dudes ni por un momento, necesitas un diésel.

Lo más importante que debes tener en cuenta a la hora de comprar un coche es no escatimar en seguridad. Sea cual sea el elegido debería incluir, como mínimo y siempre pensando en todos los integrantes de la familia, sistemas como airbags -con posibilidad de desconectar el del pasajero-, control de estabilidad (ESP) y sistema antibloqueo de ruedas (ABS). También cierre de seguridad integrado en las puertas traseras y la posibilidad de desactivar los elevalunas -con protección solar integrada- y otros elementos electrónicos situados en las plazas de atrás del coche para evitar posibles sustos con los niños.

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