El 93% de los padres españoles no se divierte cuando juega con sus hijos
El nuevo estudio llevado a cabo por Fisher Price demuestra, además, que más de la mitad de los españoles juega con su hijo solo para estimularles y no para divertirse ni para pasar tiempo con ellos.
La psicóloga Lucia Capocchione decía que “el juego nos mantiene vivos y vitales. Nos da un entusiasmo por la vida que es insustituible. Sin ello, la vida no tiene un buen sabor”, apelando al proceso lúdico. De acuerdo con ella están las numerosas investigaciones que afirman la importancia del juego para liberar las hormonas de la felicidad, así como para mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje de los más pequeños.
Al hilo de esta cita, es necesario recordar otra pronunciada por el educador Don Bosco que decía que “para ejercer una influencia benéfica en los niños, es indispensable participar en sus alegrías”. Si unimos la esencia de las dos, podremos concluir que es necesario participar en el juego de los niños, tanto por nuestro propio beneficio como por el de ellos.
“Al jugar con un niño, nuestro cuerpo libera endorfinas e incrementa nuestro nivel de oxitocina, mejorando nuestro estado de ánimo y sensación de bienestar”, comenta la psicóloga Mamen Jiménez. De hecho, todos deberíamos ponernos en la piel de un niño a la hora de ver la vida: está demostrado científicamente que ellos ríen, de media, 600 veces al día, mientras los adultos lo hacemos solo cinco.
Sin embargo, el último estudio publicado por la marca de juguetes Fisher-Price demuestra una realidad muy distinta en España: solo el 7% de los españoles disfruta jugando con sus hijos. ¿Entonces por qué lo hacen? Pues, de acuerdo al estudio, “el 59% de los españoles juegan con sus hijos con la única motivación de estimularlos y desarrollar sus capacidades”. El otro 34% juega con ellos para pasar tiempo de calidad juntos y, por último, el 38% de los padres dice que le relaja meterse en el mundo de sus hijos y vivir aventuras con ellos (un porcentaje bastante bajo si tenemos en consideración los beneficios que aporta el juego al bienestar adulto).
Este estudio, considerado el primer análisis de estudios académicos científicos sobre el efecto positivo de jugar para los adultos, nace con motivo de la campaña ‘Seamos siempre niños’ de Fisher Price. Para llevarlo a cabo, la marca tuvo en cuenta la opinión de más de 5.000 personas de España.
Así, con el resultado pretenden concienciar a toda la población adulta de la importancia de divertirse y mirar la vida con los ojos de un niño: “jugar con nuestros hijos también tiene que ser divertido para nosotros. Tenemos que olvidarnos de la culpa que sentimos por dejar de lado media hora, una hora o 10 minutos el trabajo para meternos en su mundo”, comenta Jiménez.
Ideas para jugar con los hijos
Para hacerlo de forma correcta es necesario tener presente que el tiempo que pasemos con ellos sea tiempo de calidad, que nos metamos completamente en su mundo y nos divirtamos tanto como ellos. Conseguirlo es muy sencillo: basta con escoger alguna actividad o tarea de todas las que existen. Por ejemplo, las manualidades, cocinar juntos, salir a dar un paseo a la naturaleza o, por qué no, disfrazarse siempre que podamos en casa. A esta última, los expertos reportan beneficios como la capacidad para trabajar la empatía y la autoconfianza.