Joselito, el niño de 6 años que ha recibido el aplauso de policías, bomberos y sanitarios por lo bien que lo está haciendo
Los policias, bomberos y sanitarios de San Fernando (Cádiz) pasan de ser homenajeados por los vecinos a homenajear a uno en concreto, un niño de seis años que no falla a su cita diaria a las ocho de la tarde frente al balcón de su terraza.
Hay una hora clave en los días de cuarentena de los españoles: las ocho de la tarde. Cuando el reloj marca su octavo número, los confinados salen a los balcones, a las terrazas y a las ventanas para dejar a un lado miedos, preocupaciones e incertidumbre y centrar sus fuerzas, durante unos minutos, en un estruendoso aplauso en pos de todas esas personas que arriesgan su vida al servicio de las necesidades ciudadanas: sanitarios, policías, periodistas, dependientes de supermercados, limpiadores…
Sin embargo, parece que en ocasiones se nos olvida lo bien que se están portando los niños en pleno confinamiento: aunque haya excepciones, parece que todos han sabido comprender que no se puede salir a la calle porque hay un 'bicho' que es muy malo (el vídeo de este pequeño que dice que es ' inquebible' lo demuestra).
Es por ello que el aplauso del pasado lunes en San Fernando (Cádiz), fue, si cabe, más especial que de costumbre. Cambiando homenajeados por homenajeadores, fueron los coches de la Policía Nacional, Policía Local, coches camuflados, Grupo Lima, una ambulancia y 3 coches de bomberos quienes salieron a patrullar las calles isleñas para hacer sonar sus sirenas acompañando a los aplausos de cada noche.
Así, fueron recorriendo todos los rincones de la ciudad hasta llegar al bloque de edificios donde vive Joselito. Su vecina, Noelya de la Paz había realizado una petición a estos servicios a través de las redes sociales en los días previos para que diesen una sorpresa a su compañero de bloque, alegando que el niño alegra sus días y se merece todo un homenaje. Dicho y hecho, los equipos de emergencias hicieron realidad el deseo de su vecina (y del niño).
A través de los altavoces del coche, hicieron saber a Joselito que sus aplausos iban por él, por su constancia cada día a las ocho de la tarde y por todos los pequeños que están en cuarentena, sin poder salir de sus casas y haciendo los deberes para cuidar y proteger del contagio a las personas de su alrededor. Mostraron su reconocimiento por lo bien que lo están haciendo y les llenaron de ánimos y energía para continuar así durante el resto de días de confinamiento.
Gestos como estos hacen grande a un país, porque devuelven la esperanza a los rostros de los ciudadanos y de los profesionales que viven el día a día de una complicada crisis sanitaria.