Ser Padres

El aprendizaje en tiempos del Coronavirus: el reto de la educación a distancia

La catarsis pedagógica producida por la supresión del aprendizaje presencial en España, nos ha llevado a una reinvención educativa en un escenario que antes jamás se había planteado, A lo largo de este mes y pico, hemos podido reflexionar sobre la gran variedad de conejos que han salido de la chistera del aprendizaje a distancia, reconvirtiendo, a diferentes ritmos y formatos, el modelo presencial que se aplicaba en cada centro.

En Colegios 3A (Alameda de Osuna, Arcángel Rafael y Ábaco), una semana antes, viendo lo ocurrido en China e Italia, habíamos comenzado a dar forma al nuevo escenario que se avecinaba.

Estaba claro que en España íbamos a entrar en la fase pedagógica del “como pollo sin cabeza”, donde cada colegio tendría que reinventarse y crear en función de sus recursos su forma de trabajo, haciendo más evidente aún la brecha digital/educativa existente.

Lo primero fue decidir si apostar por un modelo coherente con nuestro proyecto educativo o inclinarnos a un modelo más sencillo y tradicional de seis sesiones de  videoconferencias por día, teniendo al alumno en frente de la pantalla en un formato en el que el profesor explica, hacemos ejercicios y al final corregimos y que éramos conscientes que sería mejor recibido por las familias, ya que así fueron educados.

Elegimos ser fieles a nuestro modelo pedagógico, pese a que era más complejo de ejecutar. Un modelo que haga presente al docente, que deje independencia al alumno en su trabajo, en el que el aprendizaje siga abriéndose camino aún en la distancia por medio de Sites, VideoMeet, tutorías online, vídeos de YouTube y todas las herramientas de Google Suite for Education (G-Suite) alternando momentos de contacto con sus profesores con atención individualizada a la hora de resolver dudas y asesorar tanto emocional como organizativa o académicamente a cada alumno, tiempo para trabajo en equipo tutorizado con sus compañeros a través de las herramientas digitales que vienen utilizando habitualmente, y espacio para el trabajo individual, en función del ritmo de cada alumno y con el apoyo de sus profesores. Además hemos organizado desde el Departamento de Idiomas varias sesiones semanales con nuestros profesores nativos en grupos reducidos para continuar con el aprendizaje de idiomas, además de los vídeos que en el canal de YouTube de cada uno de los colegios vamos incorporando en inglés y francés.

El fenómeno COVID19 (por extraer algo positivo) nos ha brindado una oportunidad para poner en valor el proyecto tecnológico de los colegios. Ese que cuando lo visitamos por primera vez nos mostraban sus magníficos medios. ¿El colegio estaba preparado?, ¿Los alumnos están acostumbrados a usar soportes tecnológicos?, ¿El docente tenía formación tecnológica? porque nada de esto es igual en cada centro. Vamos a empezar por lo básico.

En nuestros colegios todos los docentes tienen un dispositivo y un teléfono del centro para uso profesional. Pocos colegios son los que han dotado a sus profesores de estos medios para poder teletrabajar, dejando a los profesores con el único salvavidas de sus medios personales, que en muchos casos deben ser compartidos con sus hijos en el mismo horario. Afortunadamente, todos los profesores 3A tienen el certificado de Google Educator L1 como parte de nuestra estrategia de formación, innovación y calidad. Esto nos ha permitido ponernos en marcha rápidamente sin improvisaciones.

No hace mucho, impartiendo un curso a directores, hablaba sobre el caduco fenómeno de la innovación metodológica, sí querido lector, has leído bien, digo caduco aún a riesgo de que puedas pensar que caduco e innovación se contraponen del todo. Los directores allí presentes me definieron un colegio innovador como el colegio en el que se trabaja la inteligencia emocional, el que es bilingüe, en el que en su centro se usan metodologías activas, aprendizaje cooperativo, que el alumno es autónomo e independiente, que el colegio está muy avanzado tecnológicamente, en fin un mantra que se repite con excesiva frecuencia. ¿Les suena verdad? Tras un mes, tenemos la oportunidad de hacer reflexión y ver si así ha sido.

En este mes hemos podido observar qué Centros han sido capaces de acercar sus recursos a sus familias, de forma que el sentimiento de Comunidad Educativa se afiance, potenciando sus recursos más allá de lo meramente educativo.

Es extraño el colegio que hoy en día no tiene un proyecto de Inteligencia Emocional en el aula, y un Departamento de Orientación que está pendiente de los alumnos con dificultades, pero en realidad, ¿qué hemos hecho para preocupamos por nuestras familias?, ¿cómo están llevando el confinamiento?, ¿están preocupados por ese familiar enfermo de COVID19?

Los 18 psicólogos y orientadores de nuestros colegios, comenzaron a llamar a las familias en colaboración con los tutores para colaborar en la “digestión” del cóctel de emociones que nuestras familias pueden estar viviendo estos días, que hace que la colaboración del orientador y del tutor del alumno con la familia vaya más allá de lo pedagógico. Es un buen momento para entender la función del Departamento de Orientación y ponerlo en valor solidariamente con las familias.

Es habitual, en los proyectos educativos, leer que se usan metodologías activas que hacen del alumno el centro de su aprendizaje, investigando de forma autónoma. Ante esta situación hay centros que han optado por seis sesiones de videoconferencia tal y como si estuviéramos en un aula presencial de hace 20 años, olvidando que trabajamos en equipo, el profesor no debería ya ser el centro de la actividad y olvidando que hablamos de socializar al alumno, de interactuar con sus compañeros, de aprendizaje entre iguales… por lo que no es extraño que los alumnos cubran esa necesidad con una videollamada paralela entre ellos en su smartphone mientras el profesor imparte su charla magistral, por no decir que la tecnología ha descubierto a los alumnos múltiples formas de “asesorarse” durante la ejecución de los exámenes imperceptibles para la cámara de la videoconferencia.

Alumnos más pequeños

Los alumnos más pequeños, nos abren un escenario totalmente diferente, donde su “limitada” autonomía en el trabajo confiere a esta etapa una especial relevancia. Los medios tecnológicos no pueden cubrir todas las necesidades educativas que tienen y necesitan su material del tercer trimestre en casa para poder continuar con su aprendizaje. En marzo cuando se suprimieron las clases de forma presencial, los materiales se quedaron en el aula, porque el periodo inicial eran sólo 15 días. No fue sencillo, pero parte de la excelencia educativa consiste en dar soluciones creativas a problemas complejos, por lo que tuvimos que organizar los recursos del colegio para hacérselo llegar a las familias a sus domicilios.

En momentos excepcionales como el que estamos viviendo, es donde queremos el mejor colegio para nuestros hijos.

Artículo ofrecido por Enrique Escandón, Experto en Dirección y Comunicación Educativa. Director de Comunicación de Colegio Alameda de Osuna, Arcángel Rafael y Ábaco. Miembro del Parlamento Mundial de Educadores 

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