1 de cada 4 niños sufre ansiedad por el aislamiento
Tras semanas de confinamiento para frenar la expansión de la Covid-19, la ONG Save the Children ha entrevistado a más de 6.000 niños de cinco países distintos para conocer cómo está afectando esta emergencia a su estado emocional y psicológico.
Novena semana de confinamiento para muchas familias de todo el mundo y, aunque la desescalada comienza a asomar por las ventanas de muchas casas, también lo hacen algunas de las consecuencias del aislamiento necesario para frenar la expansión de la Covid-19. Por esta razón, la ONG Save the Children ha realizado un estudio con la intención de dar a conocer cómo está afectando esta emergencia al estado emocional y psicológico de los niños y niñas alrededor del globo terráqueo.
La fundación Save the Children, ha entrevistado a más de 6.000 niños, niñas y familias en cinco países diferentes: Alemania, Finlandia, España, Estados Unidos y Reino Unido. La investigación ha revelado que uno de cada cuatro niños sufre ansiedad por el aislamiento social derivado del coronavirus y que muchos corren el riesgo de sufrir trastornos psicológicos permanentes, incluida la depresión.
Impacto de la pandemia en la salud física y mental de los niños
La organización señala que los sentimientos de impotencia, soledad y miedo a la exclusión, el estigma o la separación de los seres queridos son "comunes" en cualquier epidemia, pero advierte que la falta de juegos al aire libre, así como el estrés prolongado, el aburrimiento y el distanciamiento social pueden provocar en los niños y niñas problemas de salud mental.
A pesar de que varios países han comenzado a desbloquear gradualmente las medidas de aislamiento, entre ellos España, donde los menores de 14 años ya llevan tres semanas saliendo una hora diaria a la calle, muchas escuelas permanecen cerradas, afectando a casi 1.300 millones de estudiantes en todo el mundo. Así pues, Save the Children alerta de que este distanciamiento social, y la imposibilidad de ir al colegio, deja a los niños que sufren violencia o pobreza en una situación "especialmente vulnerable".
"Las personas que están al aire libre de manera habitual tienen una actividad más baja en la parte del cerebro que se enfoca en las emociones negativas repetitivas. Esta es una de las razones por las que la infancia puede desarrollar sentimientos negativos o incluso depresión durante el confinamiento dentro del hogar", ha avisado la experta en Protección Infantil y Salud Mental de Save the Children, Anne-Sophie Dybdal.
Esto se ratifica en las encuestas realizadas recientemente por la organización en Estados Unidos y en varios países europeos, reflejan cifras "preocupantes" sobre la salud mental de muchos menores. Por ejemplo, en Finlandia, siete de cada diez menores participantes en el estudio tenían ansiedad y el 55% sentía fatiga. En el Reino Unido, casi el 60% de los que hicieron la encuesta temía que un pariente pudiera enfermar, y en Alemania tres de cada diez estaban preocupados por no poder terminar el curso escolar. Asimismo, en Estados Unidos un cuarto de los entrevistados sentía ansiedad.
En España, Save the Children entrevistó en el inicio de la crisis a casi 2.000 familias con pocos recursos. Los resultados demostraron que en cuatro de cada 10 hogares los niveles de estrés y problemas de convivencia habían aumentado, en buena medida por las malas condiciones de habitabilidad y el tamaño reducido de las viviendas.
"No podemos subestimar el impacto que la pandemia está teniendo en la salud física y mental de los niños. Están sufriendo muchos cambios, de alto impacto, en un periodo de tiempo muy pequeño. Debemos actuar ahora si queremos evitar problemas mentales a largo plazo", ha añadido la experta.
Invertir en educación y salud mental
Por esta razón, Save the Children ha hecho un llamamiento a todos los gobiernos para que en la respuesta a la crisis por la Covid-19 prioricen e inviertan en la educación y en la salud física y mental de todos los niños y las niñas, especialmente en la de aquellos menores que viven en países en vías de desarrollo o afectados por conflictos.
- En primer lugar, la organización ha instado a los líderes mundiales a que los niños tengan acceso a servicios de apoyo durante y después de las medidas de confinamiento, y se priorice el trabajo de los trabajadores sociales, incluso clasificándolos como servicios esenciales.
- Además, ha solicitado que las escuelas, los servicios sociales y las autoridades supervisen a la infancia durante los periodos de aislamiento, lo que incluye garantizar que la educación 'on line' y a distancia sea accesible para todos, y que contenga mensajes sobre salud, higiene y seguridad.
- Save the Children considera de suma importancia que las familias y los profesores reciban apoyo para mantener la estructura y la rutina de los niños, para mantenerles involucrados en las actividades de juego y aprendizaje.
Todo esto con la intención de que se establezcan mecanismos para la detección temprana de posibles problemas de salud. Dentro de España, Save the Children ha puesto en marcha desde el inicio de la emergencia el plan urgente #ATuLado para apoyar a la infancia y a las familias más vulnerables en la crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus. La intervención se centra en el acceso a una alimentación básica, el refuerzo escolar y la atención individualizada de profesionales para paliar los efectos del aislamiento, la incertidumbre y el estrés.
La ONG también ha abierto una línea de atención psicoterapéutica 'on line' para estas familias y sus trabajadores atienden el bienestar emocional de los menores a través de pautas a sus padres y madres sobre crianza positiva.