Ser Padres

Juegos románticos en pareja para avivar la pasión

Si eres de los que crees que la pasión en tu casa se ha perdido con la rutina, los niños y el estrés, sigue leyendo. Te damos ideas para lograr que el romanticismo nunca muera.

Autor: Teresa Barrios

El amor, llega, pega fuerte, nos hipnotiza durante una temporada y después nos obliga a enfrentarnos con la pura realidad: nada es eterno. Y no es que el amor no pueda serlo, lo que no es eterno es ese mágico estado del principio, cuando el romanticismo se presenta en estado puro y las mariposas que anidan en nuestro estómago solo nos dejan decir «Te quiero» (por vigésima vez en el día), «Qué guapa/o estás» (en pijama y despeinado) o «Te echo de menos» (dos horas después de habernos despedido). Esta fase, por desgracia, no suele durar.

Con el tiempo, el entusiasmo y la pasión se apaciguan, las palabras cariñosas empiezan a parecernos ridículas y, si no tenemos cuidado, la relación se convierte en un día a día monótono que corre el riesgo de enfriarse para siempre.

A veces se dan por hechas muchas cosas. Pensamos que al vivir en pareja ya no es necesario esforzarse, y esto es un gran error. A la pareja hay que conquistarla cada día porque los peores enemigos de una relación son la rutina y el aburrimiento. Mantener ciertas dosis de romanticismo refresca la relación y nos hace recordar los buenos momentos vividos. Por eso es importante cuidar los detalles, sorprender a nuestra pareja de vez en cuando y, sobre todo, reforzar los vínculos de unión a través de la diversión y la creatividad.

La magia de los regalos

A veces, los pequeños detalles son los que más nos llegan. Lo importante es demostrarle que te preocupas por su bienestar y que quieres hacerle la vida agradable.

Hacer planes en común

La cuestión está en convertir lo cotidiano en algo especial o diferente.

Románticos también en casa

Cada día hay muchas formas de decir «te quiero» sin necesidad de palabras:

Complicidad en cualquier momento

El día más anodino puede convertirse en especial:

 

Asesora: Victoria Cadarso, terapeuta de pareja.

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