Ser Padres

“La mejor herramienta de seguridad en Internet es la educación”

En Ser Padres hemos querido hablar con Bárbara Navarro, directora de Políticas Públicas de Google, sobre los retos a los que nos enfrentamos los padres de hoy, nacidos analógicos, en la educación y protección de nuestros hijos en Internet.

Belén Juan

Internet forma parte de las vidas de nuestros niños desde antes de nacer. Muchos padres, sin embargo, nos estamos “digitalizando” a marchas forzadas de mayores. Solo hay que dejar a un niño de dos años jugar con nuestro smartphone para sacar conclusiones.

Por eso, agradecemos iniciativas como el Centro de Seguridad Familiar de Google, que proporciona recursos, conocimientos y herramientas a los padres que sentimos que nuestros peques nos dan mil vueltas en la red.

La directora de Políticas Públicas de Google, Bárbara Navarro, nos habla en esta entrevista sobre la brecha digital entre padres e hijos, uso seguro de Internet, peligros de la red… pero también de las grandes oportunidades y la maravillosa ventana al mundo que se abre para nuestros hijos al otro lado de la pantalla.

¡Nada de miedos! Solo tenemos que ponernos las pilas y compartir la experiencia con nuestros hijos. Como explica Navarro, “Internet proporciona a los niños herramientas para dar rienda suelta a su creatividad y a su imaginación”. Y a los padres, también.

Desde Google somos conscientes de la importancia que la protección y educación de los jóvenes adquieren en un entorno tan cambiante como el de las nuevas tecnologías. Precisamente esto es lo que perseguimos con el Centro de Seguridad Familiar de Google: contribuir a dicha educación, poniendo a disposición de las familias las herramientas e información necesarias para que puedan gestionar su privacidad y nivel de seguridad cuando navegan por Internet, garantizando así una experiencia segura en la web.

Se trata de una iniciativa en la que hemos contado con la colaboración de asociaciones expertas en protección de menores, quienes han realizado recomendaciones muy valiosas a la hora de hacer uso de Internet.

En primer lugar, es preciso señalar que un reciente estudio de EU KidsOnline califica como “medio” el riesgo al que los menores se ven expuestos cuando navegan por Internet en España. Es evidente que en este espacio existen riesgos, al igual que ocurre en otros ámbitos como, por ejemplo, el analógico.

Una circunstancia que viene a poner de manifiesto algo en lo que todos los colaboradores del Centro de Seguridad Familiar y nosotros mismos coincidimos: la necesidad de educar tanto a padres como a menores en el uso de las nuevas tecnologías.

Precisamente, esta es la línea que siguen los consejos de nuestros colaboradores. Ofrecer recomendaciones acerca de cómo gestionar la privacidad de niños y adolescentes, sobre cómo hacer frente al cyberbullying, evitar la exposición a lenguaje vulgar o a material sexualmente explícito o violento, etc.

Es evidente que las nuevas tecnologías han cambiado la forma en que nos comunicamos y en que compartimos con los demás. Se trata de una realidad que para nada es ajena a nuestros jóvenes. Así, hablamos de una generación que ha crecido y está creciendo inmersa en un mundo de interconexiones donde la pauta no la marca un mensaje de texto, sino estar al día de lo que ocurre en la red.

Internet es, sin duda, una puerta a un mundo ilimitado de conocimiento. Niños y adolescentes navegan por Internet buscando información que pueda ayudarles con sus tareas escolares, que pueda aportarles datos sobre algún tema que les interesa, incluso, pueden acceder a vídeos donde les explican paso a paso cómo resolver una ecuación o diseñar una maqueta o hacer un experimento de ciencias.

Internet les proporciona las herramientas para dar rienda suelta a su creatividad y a su imaginación desde una gran diversidad de dispositivos móviles. Todo ello no debemos menospreciarlo o infravalorarlo porque Internet es oportunidad, es apertura y es, fundamentalmente, democratización al acceso al conocimiento.

Empezaría por recomendarles romper con los prejuicios que muchas veces, como padres, se tienen en relación con las nuevas tecnologías y, concretamente, la web. Internet contribuye positivamente a la educación de nuestros hijos. La clave está en descubrir las posibilidades que ofrece y en educar a los jóvenes en un uso responsable.

Esta es la finalidad del Centro de Seguridad Familiar, que las familias puedan disponer de los medios e información necesaria para disfrutar de una experiencia segura.

Como antes comentaba, la clave para garantizar un adecuado uso de la red es la educación en nuevas tecnologías. Los menores deben conocer el espacio en el que interactúan, en el que se relacionan y advertir los posibles riesgos que en el mismo pueden aparecer para adoptar las medidas oportunas.

Es cierto que el hecho de que los padres puedan disponer de herramientas tecnológicas que aseguren una navegación segura es un complemento que, sin duda, contribuye a la consecución del primer objetivo que, insisto, es la educación. Sin esta, de poco puede servir lo demás.

Por una parte, es necesario que existan herramientas tecnológicas a disposición de padres y menores que les permitan gestionar la privacidad y los niveles de seguridad. Sin embargo, de poco sirven estas medidas sin la precisa educación de padres, tutores, profesores y menores en materia de nuevas tecnologías. Creo que este es el mejor consejo que en materia de seguridad se puede ofrecer: educación para garantizar una experiencia segura, que por otra parte, es lo que perseguimos con el Centro de Seguridad Familliar de Google.

Por otro lado, por parte de Google sabemos que hay usuarios que no quieren que en los resultados de búsqueda aparezca contenido para adultos, por ello, pueden activar, tanto en su teléfono como desde cualquier otro dispositivo lo que se conoce como Safe Search, la posibilidad de añadir filtros “estricto o moderado” para evitar contenido para adultos entre los resultados se búsqueda.

Muchos padres no conocen todo el provecho que de las nuevas tecnologías pueden obtener en favor de sus hijos y de su propia familia y los que deciden asomarse a su puerta, lo hacen manteniendo un pie en el umbral.

Yo les invitaría a dejar los miedos y recelos de un lado y a entrar de lleno en el mundo web.
En este sentido, compartir la experiencia con los hijos, navegar con ellos y conocer del uso que hacen del mismo, puede ser enriquecedor para ambas partes.

No hay más que ver lo que reflejan diversos estudios acerca del dominio que menores tienen de la red y de la prácticamente nula actividad que en ésta existe de mano de los padres. Estoy convencida de que, una vez empiecen a disfrutar de los contenidos que Internet les ofrece estarán en mejor disposición para educar a sus hijos en una realidad que forma parte de nuestro día a día.

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