¿Pueden los niños tomar quesos suizos?
¿Son los quesos suizos aptos para el consumo por parte de los niños? ¿Qué beneficios aportan o qué características tienen estos quesos respecto a otros? Damos todos los detalles.
Una dieta equilibrada juega un papel importante en todas las fases de la vida. Entre el décimo y el duodécimo mes de vida del niño, comienza la transición gradual a la comida familiar. Las recomendaciones relativas a la elección de los alimentos apenas difieren de las de los adultos y, por lo tanto, deben corresponder a una dieta equilibrada y variada. Los niños necesitan una variedad de nutrientes para crecer y desarrollarse de manera óptima y para mantenerse sanos, entre las que se encuentran las proteínas que hayamos en el queso, algo que, por supuesto, los Quesos de Suiza contienen.
Para celíacos e intolerantes a la lactosa
A ellas se suman algunas de las particularidades de los quesos helvéticos, como el hecho de que son aptos para intolerantes a la lactosa y al gluten, otro de los problemas relacionados con la alimentación más extendidos a nivel mundial. Y es que los quesos suizos se elaboran siguiendo antiguas recetas, de manera artesanal y rigurosa, con absoluto cuidado en los procesos y en la materia prima. Es el caso de la leche, ingrediente principal de los quesos suizos, que proviene de vacas alimentadas únicamente de pastos naturales y heno, y en ningún caso se alimentan de cereales u otro tipo de alimentos que pudieran contener gluten. Además, el hecho de que el ganado paste libremente y se alimente de hierbas y flores de los valles y montañas suizas y la no utilización de aditivos, conservantes o colorantes en la elaboración de los quesos, los convierte en un producto natural y perfecto para la alimentación de los más pequeños. Cabe destacar que, tanto en la materia prima como en el proceso de elaboración, se siguen unas estrictas normas y controles que aseguran la calidad del producto final.
Fuente de calcio
La leche y los productos lácteos son de las fuentes más importantes de calcio en la nutrición infantil. De hecho, se recomiendan tres porciones de leche/productos lácteos al día. Y en el caso de los quesos suizos, además de nutritivos y sanos, son una opción perfecta para los más pequeños de la casa ya que se elaboran con ingredientes naturales y se pueden degustar de distintas formas, fríos y calientes, en infinidad de recetas en familia.
Los quesos preferidos de los niños
La mayoría de los niños prefieren los quesos suaves. Es el caso del Emmentaler AOP, que es bajo en sal y a la vez, resulta divertido para los más pequeños, ya que es el queso famoso por sus agujeros. Por supuesto, la presentación de la comida es muy importante para los pequeños gourmets: lo que tiene un aspecto divertido y bonito se prueba con mayor facilidad y se come con gusto, como pueden ser las flores del Tête de Moine AOP.
El queso suizo también es ideal para excursiones, viajes escolares o simplemente como aperitivo para una tarde de juego con los amigos.
Dos recetas sanas, nutritivas y, a la vez, divertidas para ellos
Te proponemos dos recetas sanas y nutritivas elaboradas con quesos suizos:

flores queso
Flores sonrientes con Emmentaler AOP
Ingredientes para 4 personas
• Cortador de galletas de cara con sonrisa.
• 4 rebanadas de pan tostado
• 4 rodajas de Emmentaler AOP
• Ketchup o tomate triturado
• Ramitas de cebollino
• Hojas de albahaca
• Berros
Preparación
1. Cubre las rebanadas de pan tostado con una capa fina de kétchup o tomate triturado.
2. Presiona el cortador de galletas contra la rodaja del Emmentaler AOP para adoptar la forma.
3. Posteriormente, cubre las rebanadas con las rodajas de Emmentaler AOP.
4. Los tallos de las flores se simulan con ramitas de cebollino y hojas de albahaca. El berro se utiliza para simular los pétalos de la flor.
Truco de preparación
Si no dispones de ningún molde en forma de cara, puedes utilizar la parte posterior de un lápiz y presionar contra la superficie del queso hasta obtener unos ojos. Para la boca, utiliza un pelador.

albóndigas
Albóndigas con Le Gruyère AOP
Ingredientes
Para 4 personas:
• 3 calabacines
• 2 huevos medianos
• 200 g de Le Gruyère AOP
• 3 rebanadas de pan duro
• Pan rallado
• Sal y pimienta
• Dos tazas de leche fresca
Preparación
1. Mojar el pan en la leche durante unos 30 minutos, escurrir y colocar en un recipiente.
2. Añadir el pan, un huevo, sal, pimienta, Le Gruyère AOP y calabacines previamente rallados.
3. Si la mezcla es demasiado ligera, agregar un par de cucharadas de pan rallado.
4. Formar con la masa la forma de albóndigas, pasarlas por el huevo y luego por el pan rallado.
5. Cocinar en un horno a 190 grados durante unos 20 minutos o freír en abundante aceite de oliva hirviendo.