Ser Padres

Dos años después, un niño expulsa una pieza de Lego que aspiró por la nariz

Sin ser algo esperable o ni siquiera imaginable, un pequeño de siete años ha expulsado una pequeña pieza de la conocida marca Lego que dos años antes aspiró por su nariz. Un suceso que nos recuerda la importancia de vigilar siempre a los más pequeños de la casa.

Sameer Anwar, un niño de siete años, ha vivido los dos últimos con una pieza de Lego dentro de su nariz sin saberlo. Y sin ser algo que pudiera esperar que sucediera, la expulsado de casualidad.
Lo cierto es que el pequeño, residente de Dunedin (Nueva Zelanda) ha confesado que cuando tenía cinco años decidió él mismo meterse por su nariz una pequeña pieza de Lego, en concreto, la mano de un personaje. En su momento, allá por 2018, se lo contó a sus padres y, lógicamente, alarmados, optaron por acudir al hospital para que allí buscaran tal parte del juguete en su interior.
Sin embargo, el médico no encontró nada en su nariz y les comentó que probablemente fuera porque ya hubiera llegado al sistema digestivo, donde se procesaría y se expulsaría de manera natural. Así afirmaba su padre, Mudassir Anwar, a diferentes medios: “Un día nos dijo que una pequeña pieza de Lego se le metió en la nariz e hicimos todo lo que pudimos para sacársela, aunque sin éxito”.
A partir de ese momento, como el pequeño nunca se quejó ni sufrió ninguna molestia, el suceso quedó como una anécdota. Y así era hasta que, hace unos días, dos años después de la circunstancia, haya acabado expulsando la susodicha pieza.
Sameer, que se encontraba en su casa, se inclinó para oler un plato de magdalenas, cuando de repente empezó a sentir dolor dentro de su nariz. Su madre, que pensó que podría haber aspirado alguna miga, le ayudó a sonarse con el objetivo de limpiarle bien sus orificios nasales. Y ahí fue cuando ocurrió lo inimaginable.
Fuente: The Guardian (Mudassir Anwar)

piezaFuente: The Guardian (Mudassir Anwar)

En lugar de algún resto de magdalena, lo que expulsó el pequeño fue una parte del brazo de una figura de Lego cubierta de hongos. Desde luego que nadie podría haber esperado algo así. Ya no solo por el tiempo que la ha estado llevando consigo, sino también porque durante estos años nunca le ha producido ninguna dolencia.
Afortunadamente, el acontecimiento no le ha provocado ningún daño al niño. Pero eso sí, nos sirve para recordar la importancia que tiene el vigilar siempre a los más pequeños. Además de lo necesario que es comprobar siempre que los juguetes son adecuados para la edad correspondiente.
Y es que, aunque en este caso sí lo eran, es muy fácil que haya niños “curiosos” que busquen experimentar mientras juegan llevándose mil cosas a la boca o a la nariz. Un hecho bastante peligroso pues podría provocar terribles accidentes infantiles como atragantamiento o asfixia.
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