6 ideas para disfrutar de la naturaleza con tus hijos
La naturaleza es terapéutica y sus efectos positivos sobre el desarrollo infantil son de sobra conocidos. Te damos ideas para beneficiarte de esta medicina gratuita con toda la familia.
Son muchos los beneficios que el contacto con la naturaleza aporta a los niños: estimula la capacidad de atención y favorece su desarrollo psicomotor y cognitivo: está demostrado que este contacto promueve la formación de nuevas conexiones neuronales, por lo que es positivo para el desarrollo intelectual.
Además, la naturaleza nos aleja por un momento de la vida frenética y nos permite descubrir el mundo con más calma, con paciencia. Parece una locura, pero últimamente se habla ya de niños deprimidos e incluso estresados, pues se han contagiado del ritmo frenético que llevan y viven sus padres. Como remedio para este mal moderno, los expertos recomiendan pasar ratos en la naturaleza: pisar y ver “verde”, relajar el ritmo, dejar que los niños exploren y descubran a su aire, sin el bombardeo constante de estímulos que reciben en su día a día. En definitiva, un poco de, como denominó el periodista Richard Louv, “vitamina N” (de naturaleza).
Y no te compliques. Para disfrutar en familia de un buen rato en la naturaleza no hace falta hacer actividades de riesgo ni planes muy elaborados. Aquí te proponemos 6 ideas sencillas, que podéis practicar en el campo e incluso en un parque cercano. ¿Os animáis?
Abrazar un árbol
Es un clásico, pero relaja mucho y a los niños les encanta. Además, podéis tomarlo como una especie de “ritual”, ya que sería la forma de saludar al bosque al llegar.
¡A descalzarse!
Sin miedo, no pasa nada por mancharnos un poco los pies. Caminemos con los pies desnudos sobre la tierra y la hierba. Es un ejercicio muy sano, liberador y a los niños les encanta, ¡más si lo hacéis toda la familia!
Escuchar el silencio
En nuestro día a día apenas hay espacio para el silencio. Atrévete a despertar tus sentidos y a escuchar los sonidos del bosque. Descubriréis que no hay silencio, ¡qué va! El ruido de las ramas al moverse por el viento, los pájaros que canturrean, vuestros propios pies al avanzar…
Caminar junto a un río
Seguro que tenéis en casa algún cd de música relajante que incorpora sonidos de la naturaleza, y el agua que corre es un clásico que no falta nunca. Os animamos a dar un paseo por un río o arroyo y a sentir ese efecto en vivo y en directo. Además, los peques se lo pasarán en grande mojándose y descubriendo toda clase de plantas y bichitos acuáticos.
Sacar la vena artística
La naturaleza inspira, así que te animamos a dar rienda suelta a tu imaginación y creatividad. Podéis llevaros folios y lápices, elegir una piedra cómoda y sentaros a dibujar, o bien recoger elementos del paisaje (hojas secas, ramitas…) para hacer vuestros propios collages.
Explorar
A los niños les encanta hacer de exploradores, y la montaña o el bosque son los escenarios perfectos para ello. Buscar huellas de animales, contemplar telas de araña, descubrir mariquitas o gusanos bajo las hojas… ¡las posibilidades son infinitas!