Cosas que puedes hacer para ayudar a un niño a volver a la calma tras una rabieta
Sabemos que no es nada fácil lidiar con ellas. Y es que, además de poner a prueba nuestra paciencia, los padres también sufrimos con las rabietas: a nadie le gusta ver gritar ni llorar a su hijo porque sabe que no lo está pasando bien. Por eso, te mostramos una serie de consejos para que ayudes a tu pequeño a relajarse en caso de estar atravesando una rabieta.
Que son procesos madurativos normales, que si todos los niños tendrán esta etapa, que si lo mejor es paciencia, amor y muchos mimos… Os hemos contado tantas cosas positivas de las rabietas que, por un momento, parece que todo el mundo se olvida de que es una etapa muy complicada para los niños y para los padres.
Sí, forman parte del proceso madurativo del cerebro y, sí, los peques las tienen porque el grito y el llanto es la única forma conocida de hacer frente a emociones que son nuevas para ellos. Pero las rabietas, además, son momentos muy difíciles para nosotros, sus padres.
Y no hablamos solamente de que pongan en jaque nuestra paciencia como personas y que nos levanten ansiedad, es que nosotros las sufrimos con ellos. Porque, ¿qué padre o madre no sufre todo lo que le pasa a su hijo? Y, seamos sinceros, verlos llorar, patalear, gritar y estar fuera de sí no es plato de buen gusto, por mucho conocimiento que tengamos sobre ellas y por mucha voluntad que pongamos en darles un abrazo y acompañarles en el momento.
En esta galería os contamos cuáles son las estrategias consideradas ‘correctas’ para llevar a cabo en una rabieta pero, ¿qué hay del momento de calma del pequeño? ¿Cómo podemos contribuir los padres a que se calme, se relaje y vuelva en sí después de tener una? O, yendo un paso más allá, ¿cómo podemos evitar que nuestros hijos tengan rabietas por cualquier cosa?
Hemos aprendido que la clave para calmar la rabieta pasa, como decimos siempre, por el acompañamiento desde el respeto. Además, os hemos ofrecido un montón de herramientas para calmar una rabieta o a un niño que está llorando (que casi siempre es porque están teniendo una pataleta por cosas que nos parecen tonterías). Pero nunca habíamos comentado cómo facilitar a nuestro hijo ese paso a la calma después del punto álgido de la rabieta.
Así que os proponemos varios consejos para acompañar al niño hacia la calma que os resultarán muy fáciles de seguir y poner en práctica cuando vuestro pequeño experimente rabietas.
Respiración del corazón y el abdomen
Esta respiración consiste en hacer inhalaciones y exhalaciones uniformes y constantes.Los niños colocarán una mano sobre su abdomen y otra sobre el corazón. Respirarán prestando atención a cada movimiento que se produce en su cuerpo al llenarse de aire y al sacarlo.Primero llenarán todo su abdomen de aire y lo sacarán. Después de unas cuantas respiraciones, unirán también su corazón: llenarán su pecho de aire y lo sacarán.Ahora llenarán abdomen, llenarán pecho, vaciarán pecho y vaciarán abdomen. “Dentro del abdomen, uno, dos; en el corazón, tres, cuatro; fuera del corazón, uno, dos; fuera del abdomen, tres, cuatro” podéis ir repitiendo.
Abrazos
Aparte de todas las alternativas que venimos comentando, seguimos afirmando que los abrazos son el mejor relajante que pueden recibir nuestros hijos. Siempre y cuando nos lo pidan o se lo ofrezcamos y estén dispuestos a recibirlo, relajarse en los brazos de mamá y papá es la mejor opción para esperar a que la rabieta pase de largo.Y a nosotros también nos reconfortarán.
Crear el rincón de la calma
Ya hablamos sobre él en este artículo dedicado a las alternativas positivas a los castigos. El rincón de la calma es parecido al rincón de pensar. Pero, a diferencia de este último, los peques no asistirán a este rincón en busca de pensar en lo que han hecho; irán en busca de un poco de calma para poner en orden todos sus sentimientos.De manera práctica, creamos un rincón en un lugar alejado, con múltiples actividades relajantes: habrá pinturas y folios para colorear, un poco de arena para mover a modo de jardín japonés, puzles… actividades con las que ellos puedan volver a la calma, tal y como su propio nombre indica.
Respiración del globo
Una técnica muy seguida en meditación y en yoga es la de la respiración consciente. Si nos ponemos tiquismiquis, incluso te diremos que existen diferentes tipos de respiraciones que nos ayudan (y también a nuestros hijos) a volver a la calma.Imaginad que vuestro cuerpo es un globo: con cada inspiración introducís aire en él. Así que, al tomar aire habrá que arquear la espalda y relajar abdomen y pecho, mientras se inclinan hacia delante.Al soltar el aire, meteréis ombligo hacia dentro, redondearéis la espalda y dirigiréis la mirada hacia el abdomen.El patrón habrá de repetirse varias veces.
Respiración alterna
Esta respiración es muy divertida para los niños.Sentados, con las piernas cruzadas, primero realizaremos unas cuantas respiraciones conscientes.A continuación empezaremos a tapar sucesivamente, cada una de las fosas nasales y alternar la respiración a través de ella.Ahora, con un dedo cerraréis la fosa nasal izquierda, mientras inspiráis por la derecha; a continuación, taparéis la derecha, para seguir inspirando por la izquierda.Tapad la fosa nasal izquierda, abrid la derecha y espirad por ella, para continuar haciendo el proceso contrario.Después de unas cuantas respiraciones alternas, habréis de realizar algunas completas y conscientes para terminar.
Técnica de Jakobson
También conocida como técnica de la relajación muscular progresiva, es perfecta para momentos en que los peques no puedan controlar su rabia.Consiste en ir relajando y estirando los diferentes grupos musculares, para ser conscientes de ellos.Eso sí, para ponerla en práctica, es mejor que lo hagáis con ayuda de un profesional.
El frasco de la calma Montessori
En este artículo encontraréis las instrucciones para hacer en casa de manera DIY un maravilloso frasco de la calma, según el método de María Montessori.
Escuchar música relajante
Escuchar música clásica relaja a las fieras. Así que, si ya no sabes cómo hacerte con la situación, pon a todo volumen los altavoces y deja que la música haga su efecto.
Manipular harina con agua
¿Conoces los vídeos de ASMR tan virales en redes sociales? Seguro que alguna vez has visto a unas manos cortando jabón con un cúter, exprimiendo un calcetín lleno de espuma de afeitar o aplastando una pelota de masa en sus propias manos y has sentido un estado de relajación.Pues imagina si en vez de verlo, también lo llevas a cabo. Esta sensación es la que sentirán los peques si les ponemos delante un poco de espuma de afeitar dentro de, por ejemplo, un guante. O una masa hecha con harina y agua a la que puedan dar forma y apretar con todas sus fuerzas.La relajación llegará en cuestión de minutos.
La caja de la rabia
La psicóloga Marina Marín diseñó esta técnica para calmar a los niños basándose en una historia encontrada en el cuento infantil “Vaya Rabieta”.A través de la misma indicaremos a los peques que descarguen la rabia contenida cuando estén teniendo una pataleta sobre un folio en blanco. Dibujarán lo que quieran, tan fuerte como quieran y con todos los colores que quieran.Este simple proceso les ayudará a calmarse, pero cuando lo hayan conseguido del todo les explicaremos que deben poner patas, brazos y ojos a su dibujo. Será un monstruo de la rabia.Cuando ya lo tengan finalizado, habrán de arrugar mucho el papel y meterlo en una caja, simulando así que guardan la rabia ahí para que no vuelva a salir más.
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