Ser Padres

Las preguntas más comprometidas de los niños: ¿qué respondo?

¿Quién no ha pensado eso de “tierra, trágame” ante alguna pregunta de un niño? La tentación de hacer como si no la hubiésemos oído es grande, pero, sin duda, no es la mejor opción. ¿Qué hacemos entonces ante ellas y cómo podemos responder?

Hay preguntas de los niños a los que todos o casi todos los adultos temen enfrentarse y es que, si somos sinceros, no es fácil saber qué o cómo responder ante determinadas inquietudes de los niños.

Cuando entre los 2 y los 4 años los niños empiezan a cuestionarse y a preguntarlo todo decimos que han entrado en la etapa de los porqués. Unos son más sencillos de responder, pero otros provocan en los padres y adultos que les rodean más de un quebradero de cabeza…Lo sabemos, es muy tentador evitar la pregunta, hacer como que no hemos oído nada o recurrir a la distracción, pero también sabemos que esa pregunta volverá y que es inevitable, por lo que lo mejor es afrontarla con naturalidad, con calma y con mucha mucha comunicación.

Las preguntas que tienen que ver con el sexo y la sexualidad son de las que más nos incomodan y las que más tratamos de eludir, sin embargo, que los niños empiecen a plantearse dudas al respecto es natural y forma parte de su desarrollo. Debemos tratar de evitar que se interprete la sexualidad o las relaciones sexuales como algo malo, que hay que esconder, sucio o de lo que no se debe hablar, ya que esa visión es mucho más perjudicial. Ante este tipo de preguntas los expertos recomiendan abordar el tema con naturalidad, explicando y contestando exactamente a las dudas que plantean los niños (a veces nos ponemos nerviosos y damos incluso más información de la que han pedido,  con lo que lo único que conseguimos es que tangan más dudas y se sientan desconcertados). Es fundamental adaptar en todos los casos la información a la edad del niño y a su desarrollo madurativo. Es posible que dos niños de la misma edad actúen muy diferente en este sentido: uno puede tener mucha inquietud y plantear muchas preguntas y otro, por el contrario, no hacer preguntas. Esto dependerá del punto del desarrollo en el que cada niño se encuentre.

Otros temas como la muerte o la explicación de por qué se producen algunos fenómenos de nuestro entorno también son dudas muy frecuentes y que ponen a los adultos en más de un apuro.

A continuación, vamos a hacer un repaso por las preguntas comprometidas más frecuentes que hacen los niños y ofrecemos algunas ideas y consejos para salir del paso ante ellas.

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