Libros infantiles sobre la muerte: material de ayuda para abordar este tema con los niños

La muerte es un concepto inseparable al ser humano y su existencia. Es parte, final en este caso, de la vida terrenal, y todos estamos abocados a ella. Son cuestiones subjetivas y absolutamente demostradas, por lo que no parece que tenga mucho sentido ocultárselas a los niños, tal y como se ha hecho durante generaciones y generaciones. Es más, en cierto modo, la muerte sigue siendo un tabú en la actualidad.

Poco a poco, y secundados por la opinión de la mayoría de los expertos en psicología infantil, son cada vez los padres que tratan de naturalizar la muerte dentro del proceso madurativo de sus hijos. Ya no parece, o al menos no a todo el mundo, una locura llevar a un niño a un tanatorio o un funeral, por ejemplo.

Lógicamente, no todas las muertes tienen el mismo efecto en las personas a las que afecta de cerca, pero eso también es parte de lo que deben conocer los niños a medida que maduran emocionalmente. Y eso solo se consigue si se trata la muerte de la misma forma que se hace con otras cuestiones vitales.

Tarde o temprano, los pequeños de la casa tendrán que afrontar la pérdida de un ser querido y, aunque el dolor no se puede controlar, si han tratado el concepto de la muerte y lo que conlleva y significa, por lo menos podrán darle sentido a lo que ocurre y reconocer sus sentimientos cuando una experiencia así tenga lugar en sus vidas.

No es fácil para los adultos tratar este tipo de cuestiones con los niños, y menos con los hijos. Es muy fácil decirlo, apostar por la naturalidad para hacerlo, pero no nos vamos a engañar: no es sencillo encontrar el momento ni saber cómo afrontarlo. Por eso mismo vuelve a ser tan interesante recurrir a una herramienta como la lectura, uno de los grandes salvavidas y apoyos de la educación. 

Siempre que tenemos ocasión ensalzamos el papel de la literatura infantil en la educación y desarrollo de los niños, y este es un ejemplo perfecto para demostrarlo porque también hay libros sobresalientes para tratar la muerte con los niños. Estos seis, entre muchos otros.