La mayoría de conductores ha tenido que pagar una multa alguna vez. ¿Quién no ha dejado el coche en doble fila o mal aparcado para entrar un momento al súper y, al volver, ha visto la multa en el parabrisas? Entre los motivos más habituales están el exceso de velocidad al ser cazados por algún radar, sea o no móvil, o la circulación sin la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) al día. En muchos de los casos, si no se ha incurrido en fracciones tipificadas como ‘muy graves’ las cuantías no son excesivas y pueden servir para aprender una valiosa lección.
Se acerca el verano, época de desplazamientos en coche, máxime durante estos tiempos de pandemia, en los que viajar con el vehículo privado se antoja uno de los métodos más efectivos y más cómodos, eligiendo destinos más o menos próximos. Muchas familias apuestan por descubrir España al volante, y todo el abanico de opciones que ofrece a nivel turístico, gastronómico y natural. Con opciones para todos los gustos, en verano los desplazamientos se multiplican y, con ellos, también los percances en la carretera, los accidentes y las sanciones. Por mucho de que las multas estén mal consideradas por la mayoría de la población, es de recibo admitir que, en muchos casos, sí cumplen esa función preventiva que ha permitido que, por ejemplo, el uso del teléfono móvil al volante o la circulación sin cinturón sean unas acciones cada vez menos realizadas por el grueso de los conductores. Queda mucho por hacer y una educación vial adecuadas desde edades tempranas puede resultar decisiva en estos aspectos.
El año pasado, la DGT impuso casi cuatro millones de multas, una cifra que supone una reducción del 17% frente al 2019, caída que se antoja corta al recordar que, el año pasado, estuvimos encerrados en casa durante meses y la movilidad se redujo al mínimo posible. Infracciones como el uso del móvil, en casi 100.000 casos el ejercicio pasado, o el exceso de velocidad fueron las protagonistas en carreteras que, en muchos casos, estaban casi vacías. Conducir correctamente no solo nos ahorra pagar multas, sino que maximiza nuestra seguridad, la de los nuestros y la del resto de usuarios de la vía. A continuación os nombraremos las multas más habituales en España.
Mirando al pasado
Como hemos comentado, la Dirección General de Tráfico sancionó a casi cuatro millones de conductores en 2020, 3.887.297 para ser exactos. Pese a significar un descenso del 17%, la reducción de la movilidad durante los meses de primavera hacen que la cifra sea algo corta.
Exceso de velocidad
Es, sin duda, la infracción más habitual en las carreteras españolas. Según datos de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), de los casi cuatro millones de sancionados, 2.430.056 fueron multados por exceso de velocidad, es decir, dos de cada tres.
El límite en España
En España, el límite de velocidad varía según el tipo de vía, pasando desde los 30 km/h o menos, en algunas carreteras de ciudad, hasta los 120 km/h de las autopistas. Actualmente se debate si este límite es coherente con los vehículos actuales y el estado de las carreteras en el país, pero lo cierto es que, a más velocidad, las probabilidades de fallecer en un accidente se multiplican.
Ponte el cinturón
Parece cosa del pasado. La DGT ha rescatado un anuncio de hace décadas para recordar que hay que ponerse el cinturón y ponérselo a todos los ocupantes de un vehículo. Aunque hay consenso sobre sus virtudes, 94.417 conductores fueron sancionados en 2020 por no llevarlo.
La ITV en vigor y el carnet en el bolsillo
La ITV es una inspección obligatoria para todos los vehículos de más de cuatro años. No obstante, no todos acuden cuando toca a pasarla. No pasarla o llevarla desfavorable es motivo de multa. No llevar el carnet contigo también es sancionable y, de hecho, en 2020 se multaron 94.457 personas por ello.
El teléfono, mejor guardado
La DGT ha declarado recientemente que escribir un Whatsapp, o leerlo, durante la marcha multiplica por 23 el riesgo de sufrir un accidente. Todo, excepto una emergencia, puede esperar y en el caso de necesitar comunicarnos con alguien siempre es mejor usar el manos libres en una llamada.
Alcohol y drogas
En 2020, las infracciones por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas cayeron un 55,4%, una cifra esta vez sí muy alentadora, aunque habrá que revisar las de 2021 para ver cuánta culpa tiene el virus. Conducir bajo los efectos de alguna sustancia supone una multa de 500 euros, la inmovilización del vehículo y la retirada de cuatro puntos del carnet.
Cumplir las restricciones
Desde hace unos meses, la emergencia climática a obligado a ciudades como Barcelona o Madrid a restringir la movilidad en algunas zonas urbanas a vehículos poco contaminantes. No respetar estas restricciones supone una sanción, que en el caso de Barcelona se dispararon desde septiembre con más de 10.000 multas en apenas dos semanas.
Más sanciones
Estas son las más comunes, pero existen muchas otras acciones por las que se puede sancionar a un conductor. Alertar de la presencia policial con ráfagas de luz, no portar el chaleco reflectante, no disponer de rueda de repuesto o kit antipinchazos, llevar la matrícula en mal estado, llevar el carnet caducado…
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