10 cosas que todos los niños deberían hacer al menos una vez al mes
Todos los niños deberían tener derecho a estar en contacto con la naturaleza y hacer estas diez cosas al menos una vez al mes. Y si es todos los días, ¡mejor!
Pocas horas de luz, frío,extraescolares, deberes, parques de bolas... Y de pronto te das cuenta de que hace siglos que no respiras un poco de aire puro. Y los niños tampoco. Los peques de la casa pasan casi todo el día en espacios interiores, pero ver las cifras asusta. Estudios recientes han demostrado que la falta de luz solar está causando una auténtica epidemia de miopía en los niños, que se puede evitar simplemente pasando más tiempo al aire libre. Hasta hace unos años se pensaba que la causa debía residir en el mayor tiempo que los niños dedicaban al estudio, algo que concuerda con la exigencia académica al alza de los chicos asiáticos. Según datos de la OCDE, los quinceañeros de Shangai dedican unas 14 horas semanales a hacer deberes, frente a las 5 que invierten los chicos británicos y 6 los estadounidenses.
Además de la importancia para la salud de tus hijos (y tuya) Amaya de Miguel, fundadora de la escuela para padres Relájate y educa nos invita a reflexionar con 10 cosas que todos los niños deberían hacer al menos una vez al mes. ¿Se lo permitimos? ¿Les damos la posibilidad? El contacto con la naturaleza es tan importante para tus hijos como dormir bien o comer sano. Les va a ayudar en su crecimiento, en su desarrollo (físico, emocional e intelectual) y en su bienestar. Se lo van a pasar genial ¡y tú también vas a disfrutar!
¡Un parque también sirve! Lleva a tus niños al campo siempre que puedas. Y si lo tienes difícil, ¡a un parque! El parque más verde de tu barrio, si es posible con árboles y zonas amplias no asfaltadas para que tus hijos y tú podáis disfrutar de las plantas y los animales. Y lo más importante de estos ratitos en plena naturaleza, respirando aire puro y tocando cosas es que la conexión padres e hijos es total porque los móviles están fuera del plan. Eso sí, muy importante: ¡apaga el móvil! Aprovecha los ratos en zonas verdes para conectar: con tus hijos, contigo misma y con la naturaleza. ¡Las pantallas no nos dejan conectar!
¡Hazlo siempre que puedas! Busca oportunidades para estar al aire libre. El aire es más sano, los niños están más tranquilos, los juegos son activos, la curiosidad se estimula… ¡Todo son beneficios! ¡Y disfruta!
1. Comer "ortigas"
No es necesario que tus niños coman ortigas una vez al mes (ni nunca en su vida), pero si quieres que hagan algo nuevo y aprendan que la naturaleza nos puede dar muchas sorpresas, puedes animarles a que coman una hoja de ortiga. ¡A lo mejor te animas tú también! Solo tienes que coger una hoja con una tela entre las manos (la camiseta que lleves puesta), lavarla con una chorro de agua fría (puedes usar el agua de la botella que lleves) y comértela. Comer una hoja de ortiga es solo una aventura más de las muchas que puedes vivir en la naturaleza.
2. Jugar con barro y agua
La mejor manera de disfrutar es permitir que tus hijos se manchen. Dales libertad para que se alejen de ti (dentro de unos límites y siempre de acuerdo a su edad) y exploren.
3. Trepar árboles
Permíteles hacer cosas difíciles como trepar árboles.El vínculo de los niños (y de los adultos) con la naturaleza, tan antiguo como la existencia del ser humano, lleva largo tiempo desgastado. La hiperconectividad, el tiempo que pasamos frente a una pantalla, una población cada vez más urbanita y una educación ambiental distanciada de su objeto de estudio son algunas de las causas que han originado el llamado déficit por naturaleza, un concepto acuñado por el periodista estadounidense Richard Louv que habla de afecciones físicas y emocionales provocadas por la carencia de interacción con fauna y flora. También de la desaparición de los beneficios que esa conexión conlleva.
4. Observar bichos
Enséñales a respetar las plantas y los animales.
5. Revolcarse en la arena
Déjales que se manchen, que jueguen con palos, enseñándoles a no hacerse daño. Dales mucha libertad. Que ellos elijan sus juegos y el modo de interactuar con el campo.
6. Recoger frutos, semillas, palos
Guíales lo menos posible. Intenta disfrutar tú también: no solo les estarás dando un buen ejemplo sino que además ¡lo pasarás bien!
7. Construir refugios
Sin llegar a este nivel de profesionalidad, permite a tus hijso esconderse y crear refugios caseros en el campo.
8. Excavar hoyos
"La luz solar estimula la producción de dopamina intraocular a través de las células amacrinas de la retina", explica Manuel Díaz. La dopamina es un neurotransmisor que bloquea el alargamiento del ojo durante su desarrollo y se produce sobre todo durante el día. Se estima que si la iluminación es tenue, lo que ocurre en los ambientes de interior, su ciclo se interrumpe, lo que tiene consecuencias en el crecimiento de los ojos.
9. Oír los cantos de los pájaros
La potencia del aprendizaje por descubrimiento radica en el contacto directo que niños tienen con el entorno. A través de la experiencia de sus sentidos vitales, del tacto, el movimiento y el equilibrio, se favorecen las redes y conexiones internas que beneficiarán la óptima maduración biológica, despertando las ganas de aprender y de explorar, facilitando el desarrollo motriz y activando su imaginación a través del juego.
10. Oler flores
El contacto con la naturaleza es tan importante para tus hijos como dormir bien o comer sano. Les va a ayudar en su crecimiento, en su desarrollo (físico, emocional e intelectual) y en su bienestar. Se lo van a pasar genial ¡y tú también vas a disfrutar!
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