Sanidad aprueba un protocolo sobre el zika en el embarazo
Si hay sospechas de virus en una embarazada se realizarán análisis de sangre y orina para descartarlo y si se confirma, ecografías cada dos semanas.
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y los servicios de salud de las Comunidades Autónomas han acordado con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) un protocolo de seguimiento para el virus zika en el embarazo.
El protocolo, que ha sido aprobado por la Comisión de Salud Pública, recoge las recomendaciones y el tratamiento a las mujeres embarazadas con sospecha o diagnóstico confirmado del virus zika.
Aunque no existe evidencia que sugiera que las embarazadas sean una población más susceptible de adquirir la infección del virus zika, ni de que el virus se manifieste con más virulencia durante la gestación, las mujeres con intención de quedarse embarazadas constituyen el principal grupo de riesgo en relación con este virus, dado el incremento de casos de microcefalia y otras malformaciones en recién nacidos de mujeres que han estado infectadas.
Si una embarazada tiene síntomas típicos del virus zika después de haber visitado zonas con transmisión, se le tomarán muestras de orina y de sangre para descartar la presencia del virus zika.
También se harán estudios para descartar el virus cuando en la ecografía se detecte microcefalia y/o calcificaciones intracraneales en el feto de una mujer que previamente haya estado en una zona con transmisión.
Si se confirma el virus
Si los datos del laboratorio confirman la presencia del virus zika en una embarazada, se realizarán ecografías seriadas para controlar el crecimiento y, sobre todo, la morfología fetal cada dos semanas.
Si nace un bebé con evidencia de infección materna del virus zika, el protocolo recomienda también una serie de pruebas: llevar a cabo la serología y neutralización en sangre de cordón, examen histopatológico de la placenta y cordón umbilical y PCR del virus en tejido placentario congelado y cordón umbilical.
Mejor no viajar a zonas de riesgo
Por último, en el protocolo se mantiene la recomendación de que las embarazadas pospongan sus viajes a áreas con transmisión del virus zika si no son esenciales.
Y en caso de que no sea posible, se aconseja extremar las medidas de precaución para evitar picaduras de mosquitos usando los repelentes indicados, ropas que cubran la piel y mosquiteras.