Regala un patinete, regala movilidad
Si estás pensando en regalar un patinete eléctrico a tus hijos, estos consejos harán que aciertes con el modelo adecuado para sus necesidades de movilidad.
Desde el pasado 1 de enero los patinetes eléctricos están considerados Vehículos de Movilidad Personal y, como tal, deben cumplir una serie de normas de tráfico y circulación. Hasta ahora, estos objetos de movilidad habían gozado de ausencia de reglas pero su éxito requería de cierta legislación. En este artículo te explicaremos los cambios relativos a los patinetes eléctricos y te ofrecemos los mejores consejos para elegir el modelo ideal para tus hijos, según su uso, espacio en casa y recorridos habituales.
Tal como explicamos en este artículo, el actual Consejo de Ministros ha llevado a cabo una serie de reformas que afectan a la normativa de tráfico y circulación de todo tipo de vehículos. Por primera vez desde su aparición, los patinetes eléctricos tienen su cabida en esta reglamentación, que los considera Vehículos de Movilidad Personal. Esta denominación llega tras un incremento exponencial de la venta de este tipo de objetos de movilidad, que alcanzó un aumento del 1.021% el pasado 2019. Este éxito es palpable en nuestras calles, en las que conviven cada vez más alternativas a los coches y motos. Por ese motivo era necesario regular y, a partir de ahora, no podrán circular por la acera, las zonas peatonales o vías interurbanas (autopistas, túneles o autovías). Deberán utilizar los carriles bicis y no superar los 25 km/h.
Incluso con estas normas sobre la mesa, los patinetes eléctricos son la opción ideal para los recorridos urbanos sin esfuerzo. Su precio accesible, facilidad de manejo y el tamaño compacto, los ha convertido en el objeto de deseo de muchas cartas a los Reyes Magos. Puede ser un regalo muy interesante si tus hijos tienen el colegio relativamente lejos, no quieres que utilicen el transporte público en plena pandemia y han demostrado su responsabilidad. Al ser un producto novedoso es lógico que tengas algunas dudas, empezando por el modelo que más le conviene. En este artículo te ayudamos a encontrar las respuestas y los consejos más útiles a la hora de comprar y usar un patinete eléctrico.

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¿Qué patinete eléctrico le compro?
Las alternativas son muy amplias y no solo existen los patinetes eléctricos. En el mercado encontramos otros objetos de movilidad como el monociclo, una rueda con dos plataformas a los laterales para los pies. También están los hoverboard que, más allá de diversión, también pueden servir como vehículo de movilidad con un rango de circulación limitado. El Segway requiere de más espacio pero, en caso de tenerlo, también podría estar en la lista.
Si tienes claro que lo más útil es un patinete eléctrico el mercado es de lo más variopinto. La opción más económica, e indicada para niños, es el Segway KickScooter Zing E10, que cuesta 250 euros y tiene una autonomía de 10 kilómetros. Si buscas piezas más completas y para adolescentes, no dudes en cotillear la web de Cecotec y Xiaomi como las marcas con relación calidad-precio más interesante.

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¿Qué preguntas debo hacerme?
A la hora de decidirnos por un producto u otro solemos respondernos preguntas. Aquel modelo que cumpla con más exigencias será el elegido pero, ¿Qué debo preguntarme al comprar un patinete eléctrico? Su estructura te ayudará a hacerte una primera idea. El patinete eléctrico no deja de ser como aquel que utilizamos hace unos años por puro divertimento, empujándolo con nuestros propios pies e incluso haciendo algunas piruetas en el aire. Ahora les han calzado un pequeño motor eléctrico y una batería bastante compacta para que pueda ir solo mediante la fuerza que transmitimos al puño derecho. Al alcanzar bastante velocidad también tienen mejores frenos y le han añadido una pantalla que nos informa de su carga, velocidad y autonomía, entre otros.
Estos aspectos que acabo de nombrar son los más importantes en cualquier vehículo eléctrico. La carga se conserva en una batería que debemos completar al enchufar el patinete en una toma de corriente doméstica. La calidad de este módulo afectará directamente al tiempo que deberemos esperar hasta cargar al 100% el patinete y que suele estar entre 5 y 8 horas. Es entonces cuando nos ofrecerá mayor autonomía (rango de circulación) con una media que suele ir de 15 a 30 kilómetros.

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No pasemos por alto…
Los aspectos citados anteriormente son la base pero existen muchas más cosas a tener en cuenta como, por ejemplo, el peso. No hablo solo del peso del patinete eléctrico, que suele rondar de los 10 a los 15 kg en función de aspectos como la capacidad de la batería, su sistema de frenado o el tamaño final del vehículo. También es importante nuestro propio peso, ya que afectará a la resistencia que generamos y por tanto a su autonomía y velocidad. No es lo mismo alguien de 80 kilogramos que alguien de 50 kg, algo de lo que somos muy conscientes en unos Karts y que también se traslada al patinete eléctrico.
Su precio contenido nos puede animar a precipitarnos pero otro consejo importante es probarlo. Las ruedas pueden cambiar por completo la geometría del patinete, hacerlo más estable y rápido pero menos ágil como sucede con los scooters. Por ese motivo, es mejor acercarse a una tienda física y manejar brevemente el producto. Además, podremos aprovechar para plegarlo y cogerlo para comprobar si su peso nos permitiría cargarlo durante un rato, algo que puede suceder si nos quedamos sin batería o cuando llegamos a nuestro destino.