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Postales navideñas en papel: el clásico que resurge por efecto del coronavirus

Hay veces que se producen acontecimientos en la vida que no nos esperamos y que nos llaman verdaderamente la atención. Y si bien este año el mundo digital ha calado hondo, es curioso como también clásicos como felicitar las navidades con tarjetas en papel pueden volver a estar de moda.

En una época en la que la tecnología está en todas partes, que resurja un clásico y no sea en versión digital es bastante curioso. Y especialmente, en el momento histórico que vivimos, ya que, dada la pandemia y la correspondiente cuarentena, el uso de los dispositivos electrónicos ha aumentado considerablemente.

No obstante, hay veces que los efectos colaterales que se producen, en este caso por el coronavirus, son quizá los contrarios a los que esperábamos. Y este ejemplo, es uno de ellos. A pesar de que felicitar la Navidad y el Año Nuevo sea algo que últimamente sea normal a través del móvil, este año las postales navideñas en papel prácticamente han volado de muchas papelerías.

Da igual si son con motivos religiosos, si son algo cómicas o simplemente tienen un dibujo de los Reyes Magos, el caso es que estas fiestas, las felicitaciones de Navidad en papel han vuelto a estar de moda como lo estaban hace décadas cuando no existía la mensajería instantánea.

Quizá esa falta de contacto físico que tanto hemos notado durante estos últimos meses sea la causante de esta curiosa consecuencia. Y es que, aunque las videollamadas ahora mismo sean el pan de cada día, qué mejor que sentir cerca a los seres queridos con tarjetas firmadas de su puño y letra.

De hecho, es una actividad que sirve para cualquier edad, y que seguramente a los más pequeños les divierta mucho llevarla a cabo, pues si crean ellos mismos sus felicitaciones con los motivos y los materiales que prefieran, les hará una increíble ilusión. Aparte de la opción de comprar las postales ya hechas de fábrica, también las papelerías han notado un incremento en sus ventas de material de manualidades en general.

Y es que, además de ser una idea más que genial para enviar a aquellas personas con las que no podremos reunirnos este año dadas las restricciones, son también una de las mejores formas de felicitar las fiestas, mucho más duraderas que una llamada por teléfono… ¿No?

¿Te animas a crear con los pequeños de la casa vuestras propias tarjetas?

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