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Tatúan una peca a uno de los gemelos para diferenciarlo del otro bebé

La decisión que ha tomado esta madre estadounidense ha sido tanto aplaudida, como criticada. Han realizado a uno de sus hijos gemelos el tatuaje de una peca para poder diferenciarlo de su hermano ya que son idénticos y uno de ellos necesita una inyección cada semana. ¿Qué hubierais hecho en su situación?

Una madre de 31 años en Estados Unidos ha tenido que tomar una decisión con uno de sus hijos gemelos y al compartir una publicación en Reddit donde lo explicaba, ha recibido comentarios con opiniones totalmente divididas.

Empieza contando cómo tras cinco años sometiéndose a tratamientos de fertilidad, por fin logró dar a luz a sus dos pequeños, en este caso, hermanos gemelos. Estos, son tan idénticos que hasta ella y su marido llegan a confundirlos.

La cuestión está en que uno de ellos nació padeciendo una afección que le obliga a tener que recibir una inyección cada semana. El problema llegó cuando en una ocasión, tuvieron que llevarlo a un centro hospitalario porque su abuela le dio la inyección al nieto equivocado.

La mujer llamó rápidamente al teléfono de emergencias y lo llevaron al hospital donde dieron al pequeño un agente de reversión. Por suerte, el hecho no fue a más. Sin embargo y no es de extrañar, la abuela de los niños se negó a volver a quedar a su cargo por miedo a que volviera a pasar.

Fue entonces cuando los niños comenzaron a acudir a la guardería y ante el temor de los padres de que a alguien le pudiera ocurrir lo mismo, el médico y el personal de cuidado infantil les recomendaron a los padres hacerle al que necesitase de la medicina un pequeño tatuaje que pudiera diferenciarlo de su hermano.

La decisión fue hacerle una peca de unos 2 mm en el lóbulo de la oreja del tamaño de un borrador de lápiz. Aunque sea un tatuaje, al niño se le realizó mientras estaba bajo una sedación suave parecida a la que se utiliza en los dentistas. Asimismo, se trata de una marca médica que acabará yéndose sola. Normalmente estos tatuajes se desvanecen a los dos o tres años, pero en ese momento los pequeños ya habrán desarrollado algunas características propias que los diferencien y que no haga falta volver a rehacerlo.

Las opiniones, divididas

A algunas personas les ha parecido una decisión de lo más acertada, ya que, tal y como apuntan, ha sido en pro de la salud de los niños y con respaldo médico. No obstante, otras creen que deberían haber buscado una manera diferente de diferenciarlos, puesto que es una forma de alterar su cuerpo y podrían haber pensado una forma menos invasiva. ¿En el caso de esta madre qué decisión hubierais tomado?

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