Ser Padres

El riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante aumenta en los meses de frío

Se trata de una de las mayores preocupaciones entre los padres. Hablamos de la muerte súbita del lactante y es un problema que incrementa el riesgo de ocurrir durante los meses fríos. Aunque no se conocen aún sus causas, sí que se pueden seguir algunas recomendaciones para evitar que ocurra una situación así.

Es totalmente comprensible que uno de los mayores miedos que puedan tener los padres recientes sea el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Se da cuando un bebé muere repentina e inexplicablemente teniendo menos de un año de edad. En general, está asociado al momento del sueño, y por eso también es común referirse a él como “muerte en la cuna”.

A pesar de ser un problema al que llevan años poniendo atención, sigue siendo impredecible y las causas que lo provocan continúan sin conocerse. Eso sí, esto no quiere decir que no pueda reducirse el riesgo de que ocurra. Y es que, al menos se han ido encontrando determinados factores comunes que conviene tener en cuenta, aunque también hay que considerar que no existe un único elemento que lo produzca y, de hecho, puede ser que se combinen varios. Entre ellos, uno que venimos a destacar es que el riesgo de SMSL se incrementa en los meses más fríos del año.

¿Por qué ocurre esto? La causa común entre los padres es no abrigar a sus hijos de manera adecuada. Las bajas temperaturas pueden hacer pensar que los bebés tienen más frío del que en realidad tienen y esto hace que los padres los abriguen en exceso. Esto es un problema grave porque puede hacer que un bebé comience a respirar de una forma profunda y que se agote hasta llegar al punto de que padezca un golpe de calor o una apnea y de repente deje de respirar.

Como vemos, pequeñas cosas que un principio no tienen por qué ocasionar ningún daño pueden acabar teniendo consecuencias como estas. Lo mejor es seguir algunas recomendaciones como las siguientes.

Recomendaciones para prevenir el SMSL

  • Que el bebé duerma boca arriba. Nunca boca abajo ni de lado.
  • Utilizar un colchón firme, nunca una almohada, cama de agua, sillón o superficies planas.
  • Cubrir el colchón con una sábana que se ajuste bien. Y no usar protectores acolchados en las cunas.
  • Compartir la habitación de descanso, pero no la cama. Se aconseja que el bebé duerma en una superficie independiente.
  • Asegurarse de que el bebé esté abrigado al dormir, pero sin abrigarlo en exceso.

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