En Castilla y León, los menores con indicios de maltrato no podrán abandonar el hospital sin que se estudie su caso
Con esta medida de prevención y detección, la Consejería de Familia de Castilla y León pretende reforzar la protección de niñas y niños en situación de vulnerabilidad y obligar a que se estudie su caso antes de permitirles abandonar el hospital.
Según el informe ‘Más me duele a mí. El maltrato que se ejerce en casa’ de Save The Children, más del 25% de los niños y niñas en España han sido víctimas de maltrato por parte de sus padres, madres o cuidadores principales. De la misma forma señalan que, cuando el maltrato ocurre, menos del 10% de los casos se denuncian.
Conforme a los datos oficiales de la ONG, en 2017 se registraron 4.875 denuncias de violencia a menores en el ámbito familiar y 1.313 sentencias por violencia ejercida sobre menores.
Igual de importante que es detectar el maltrato infantil, también lo es la prevención del abuso y malos tratos en la infancia. Con el fin de reducir los casos de maltrato hacia niñas y niños en Castilla y León, así como de reforzar los protocolos y darles “carácter de obligatoriedad”, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, Isabel Blanco, ha anunciado la aprobación de un Decreto firmado por el Consejo de Gobierno por el que los menores ingresados en esa comunidad autónoma con indicios de sufrir maltrato no podrán abandonar el hospital sin una resolución publicada después de estudiar su caso por parte de la autoridad competente. Esta puede ser judicial, del Ministerio Fiscal o de servicios sociales.
Detectar y prevenir el maltrato infantil
La nueva norma modifica una anterior establecida en el año 2003 en pro de la protección de los menores de edad en las situaciones de riesgo o desamparo. De la misma forma, también regula los procedimientos para la adopción y ejecución de las medidas y actuaciones necesarias en los casos de sospecha.
Blanco ha informado también de que el objetivo de la nueva modificación no es otro que potenciar las actuaciones de protección a la infancia en base a una labor coordinada de todos los grupos profesionales implicados a en la misión de detectar y prevenir estas situaciones dentro de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
La detección puede venir de cualquier persona que tenga sospecha de una situación de desamparo, de los profesionales sanitarios, de los servicios sociales o de los propios menores a través del teléfono 116 111. Por eso, un buen sistema de coordinación y comunicación entre las administraciones podría evitar casos de maltrato y desprotección de menores.
La consejera de Familia ha aprovechado la situación para recordar que los centros de acogida que existen en cada provincia estarán disponibles, todos los días del año durante las veinticuatro horas, para poder realizar la función de atención inmediata o de urgencia de niños en situación de grave riesgo de desprotección.
Blanco concluye advirtiendo que recibieron, en Castilla y León en el año 2020, casi 1.300 notificaciones por parte de personas o profesionales que detectaron posibles situaciones de maltrato a menores y que se tradujeron en 649 investigaciones.
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