Frases que deberías decir a tu hijo si está teniendo una rabieta
Las rabietas infantiles tienen lugar cuando los niños sienten emociones que no saben transmitirnos. Con estas frases les facilitaremos las cosas y, por tanto, evitaremos rabietas.
No nos cansamos de repetir que para hacer frente a las rabietas de lo niños el primer paso es entender por qué se están produciendo. Y, para entenderlo, hemos de comprender que las rabietas no responden a un comportamiento egoísta en el que el pequeño quiere llamar nuestra atención, sino que son una muestra más de que su desarrollo cerebral y, sobre todo, emocional, está desarrollándose completamente.
Porque sí, las rabietas en los peques son necesarias. Son necesarias para madurar emocionalmente, para trabajar la frustración y también para desarrollar el autoconocimiento.
Llamamos etapa de las rabietas a la que tiene lugar entre los dos y los cuatro años de edad. En esta etapa, los peques comenzarán a sentir emociones más complejas que las primeras (llanto, risa o ira), pero su cerebro, a nivel físico y madurativo, todavía no está preparado para hacerlas frente con autocontrol y paciencia. Entonces, utilizarán las armas que conocen y de las que disponen para enfrentarse a esas emociones que, para ellos, son nuevas y les producen sensaciones extrañas. Usarán la ira, los gritos, el enfado y el llanto.
En ese proceso hacia el autocontrol que, como decimos, durará alrededor de dos años o dos años y medio, el papel de las familias es fundamental.
Hemos de poner nombre a esos sentimientos que provocan malestar en ellos para que, llegado el momento, sepan reconocer y nombrar eso que están sintiendo para que nos lo puedan trasladar y, así, les podamos ayudar concretamente con lo que necesitan.
Para ayudarles en esa tarea de reconocimiento y de expresión de sus emociones, existen algunas frases que nos pueden ayudar. Con ellas, los niños sentirán que les estamos entendiendo cuando están pasando un momento de rabieta y, en el futuro, se verán los aprendizajes que se desencadenen de su uso. Os las contamos para que podáis ponerlas en práctica.
Es normal sentirse triste en algún momento, a todos nos pasa
Le aportará tranquilidad porque sentirá que no está haciendo algo malo por llorar y sentirse como se está diciendo. Además de comprendido, sentirá refugio en ese ‘a todos nos pasa’, normalizando la emoción.
Veo que te sientes molesto por…
Si entendemos su malestar y, además, ponemos nombre al sentimiento y a eso que le está haciendo sentir así se sentirá comprendido por nosotros.
¿En qué color estás ahora mismo?
Podemos utilizar los códigos del semáforo (o del Monstruo de los Colores) para poner códigos del colores al enfado de una rabieta: verde, todo bien; amarillo, frustrado, pero no mucho; rojo, a punto de explotar.Cuando el niño experimente una rabieta o una frustración, le pediremos que nos diga en qué color está y, así, aprenderá a expresar eso que está sintiendo (con un código que irá modelando con el paso del tiempo).
No pasa nada si estás asustado, yo estoy a tu lado
En momentos de miedo, los niños pueden experimentar emociones aún más angustiosas que la ira. El miedo es paralizador, por eso necesitan encontrar refugio en sus figuras de referencia y para ello un ‘estoy a tu lado’ y un ‘sé que sientes miedo’ (para normalizar la emoción) vienen perfectamente.
Sé que estás cansado, lo siento
Otra muestra más de comprensión y empatía con el peque es decir ‘lo siento’ si vemos que está sufriendo por una emoción mal gestionada.
¿Qué sientes en tu cuerpo?
Podemos pedir al niño que describa exactamente qué está sintiendo. Es una forma buenísima de enseñarles a definir cada emoción para que, posteriormente, puedan ponerle nombre.
¿Puedes dibujarme eso que te tiene así?
SI todavía no tiene el suficiente desarrollo como para explicar con palabras qué es lo que está experimentando en su cuerpo, siempre podemos pedirle dibujarlo. Además de aprender a ponerle nombre, será un buen desestresante.
¿Qué tal te vendría un abrazo en este momento?
En medio del caos, podrá reflexionar sobre lo bien que sienta un abrazo cuando uno se siente mal.
Vamos a investigar qué es lo que te da miedo
Si el peque se está sintiendo asustado por algo que ha pasado, puedes ayudarle a poner nombre a esa emoción para que aprenda a identificarla si vuelve a aparecer. A la vez, irás mostrándole algunas ‘armas’ sencillas a las que acudir.
Me estoy sintiendo frustrado, voy a tranquilizarme aquí mismo junto a ti
Ayuda a los niños a etiquetar cada emoción, mientras la controlamos en tiempo real.
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