Ser Padres

Estrategia para detener el bullying antes de que aparezca

Una profesora americana lleva 17 años combatiendo el acoso escolar con un sistema que descubre los problemas de sus alumnos sin que ellos lo sepan.

Buscando información en Internet sobre este grave problema existente en colegios e institutos, nos sorprendió un artículo publicado en Reader's Digest donde la bloguera, Glennon Doyle Melton, hablaba con admiración de la profesora de su hijo Chase de 11 años. Para ella, "todo un ejemplo de amor a la educación y los niños".

Al seguir leyendo, entendimos el porqué de esta afirmación y no solo porque ayudó a Glennon a comprender las matemáticas. Un día, después de sus clases particulares, hablando sobre los problemas de los niños la profesora (no aparece su nombre) le comentó qué hacía ella para intentar evitar el bullying en su aula:
  • Todos los viernes por la tarde pide a sus alumnos que tomen una hoja de papel y escriban los nombres de cuatro niños con los que les gustaría sentarse la semana siguiente. Los chicos saben que ese deseo puede o no cumplirse.
  • También les pide que nombren al compañero que, según su opinión, tuvo un comportamiento ejemplar durante esa semana. Los niños luego le entregan las hojas sin revelar nada a los demás.
  • Y una vez que los niños ya se han ido a casa, la maestra toma esas hojas, las pega en la pizarra y las analiza en busca de patrones:
    • ¿A qué niño nadie menciona como compañero de asiento deseable?
    • ¿Cuál no nombra a ninguno con el que quiera sentarse?
    • ¿A qué alumno nadie lo elige nunca?
    • ¿Quién tenía mil amigos la semana pasada y ninguno esta semana?
  • ¿A qué niño nadie menciona como compañero de asiento deseable?
  • ¿Cuál no nombra a ninguno con el que quiera sentarse?
  • ¿A qué alumno nadie lo elige nunca?
  • ¿Quién tenía mil amigos la semana pasada y ninguno esta semana?

Pedagogía y psicología

La maestra realmente no busca una nueva forma de distribuir a los alumnos en las clases, ni aquellos que muestran un “comportamiento ejemplar”. Lo que busca es identificar a los niños solitarios, a los que tienen dificultades para vincularse con sus compañeros.
De este modo descubre a los chicos que han caído en las grietas de la vida social del grupo, así como aquellos cuyos dones pasan inadvertidos para sus compañeros y, ante todo, quiénes son víctimas de bullying y quiénes son los abusivos o acosadores.
Según cuenta esta madre, utiliza esta estrategia desde 1999, cuando dos estudiantes entraron en el instituto de Columbine y dispararon a todo el que se cruzaba con ellos porque consideraban a sus compañeros los culpables de su depresión y problemas.
Por eso, y tras leer sus palabras y estrategia nos preguntamos si se estará usando este método u otro similar, que funcione, en las aulas españolas. De no ser así... ¿podría extrapolarse esta idea a nuestros colegios e institutos?
Lo que está claro es que el bullying o acoso escolar existe, y que hay que tomar medidas para aniquilar todo maltrato físico o psicológico al que someten a un niño sus compañeros de clase.
Fuente: Reader's Digest
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