10 medidas de seguridad para evitar intoxicaciones
Las intoxicaciones son la segunda causa de accidentes infantiles y se producen habitualmente en casa. ¡Pueden prevenirse! Los lugares más peligrosos son la cocina, seguida del dormitorio del los padres y el cuarto del baño. Para reducir el riesgo, es preciso tomar ciertas precauciones:
La mayoría de las intoxicaciones son consecuencia de la ingestión de productos de uso cotidiano: medicamentos, limpiadores, suavizantes, cosméticos, pinturas, disolventes... Artículos que parecen totalmente inofensivos a nuestros ojos y que pueden convertirse en una bomba de relojería en manos de un niño pequeño.
Las intoxicaciones no se pueden erradicar. Para hacerlo tendríamos que vaciar nuestra casa de productos tóxicos, y la mayoría de los limpiadores que utilizamos en el hogar lo son. Pero sí se pueden prevenir, y está en nuestra mano hacerlo. No olvidemos que estamos hablando de un riesgo serio que puede acarrear trastornos digestivos, desórdenes respiratorios y circulatorios, alteraciones de la temperatura y los órganos de los sentidos, y convulsiones.
Medidas de seguridad
Según las estadísticas, los lugares más peligrosos son la cocina, seguida del dormitorio del los padres y el cuarto del baño. Para reducir el riesgo, es preciso tomar ciertas precauciones:
1. Almacenar los medicamentos y demás productos tóxicos (limpieza, higiene...) en un lugar seguro, totalmente inaccesible para el niño.
2. Evitar tomar medicinas en su presencia. Si no nos queda otro remedio, coloquémoslas después lejos de su alcance. Los accidentes más comunes los causan las medicinas de uso cotidiano (antitérmicos, analgésicos, anovolutarios antiácidos...) que, debido a su uso frecuente, no se guardan en lugares específicos o inaccesibles. Además, a esta edad son unos grandes imitadores: en cuanto nos descuidemos, querrán saber a qué sabe esa bolita que nos tragamos con cada comida.
3. No inducir a los niños a tomar las medicinas comparándolas con caramelos o golosinas (casi todos los fármacos son de color llamativo; y algunos, con sabor agradable): podrían buscarse chucherías semejantes en otra ocasión.
4. Acostumbrarse a tirar las medicinas, una vez terminado el tratamiento. Aunque no hayan caducado, corremos el riesgo de olvidar para qué sirven y qué dosis son correctas, y suministrarlas erróneamente.
5. Si suena el teléfono mientras tomamos un medicamento o manejamos un producto de limpieza tóxico, no dejemos al niño a solas bajo ningún concepto. Es mejor no contestar la llamada.
6. No trasvasar productos del hogar a otros envases (leche, refrescos...) que puedan atraer o confundir al niño e incluso a los adultos. Lamentablemente todavía escuchamos de vez en cuando casos de intoxicaciones en bares por confundir el agua con lejía.).
7. Lo ideal es comprar productos con cierres seguros, difíciles de manipular por un niño, y por supuesto evitar dejarlos a su alcance.
8. Cigarrillos y bebidas alcohólicas (incluso los restos de una copa) también han de estar fuera de su alcance. Las colillas hay que apagarlas bien y tirarlas de inmediato.
9. Habituarse a revisar las conducciones del gas periódicamente, y cerrar la llave de paso cuando no se use.
10. Muchas plantas típicamente navideñas (azalea, flor de pascua, muérdago...) son tóxicas. Su ingestión puede acarrear trastornos digestivos, nauseas, alteraciones del pulso, debilidad e, incluso, shock. Lo mejor es prescindir de ellas o, al menos, colocarlas en alto para que el niño no juegue con ellas.