Cosas que te salvarán la vida a la hora de ir en coche con niños

De repente, sin saber muy cómo, la parte trasera del coche, esa que no hace tanto llevabas siempre impoluta y casi virgen porque nadie solía viajar en ella, se ha convertido en una leonera digna del cuarto de juegos de cuatro hermanos después de un día entero de ocio en él.  Y esto del desorden es como los kilos de más, cuanto más se deja ir, más difícil es revertir la situación, de modo que es mejor cortar de raíz antes de que sea demasiado tarde para evitar la paliza que conlleva limpiar.

Lo primero que puedes hacer es someter al coche a una limpieza a fondo, como si pulsaras el botón de reiniciar. Puedes hacerlo tú mismo, en familia -con paciencia si es con niños-, o bien llevar el coche a un sitio donde un profesional haga la limpieza a fondo, que a veces es la mejor inversión del mes. Pero después llega el momento decisivo para no repetir errores: escoger los elementos imprescindibles, los que te salvarán de muchos disgustos y agobios en un viaje con peques, y cómo ordenarlos para no queden sepultados por otros.

Nosotros tenemos claro cuáles son nuestros diez imprescindibles. Y, ojo, hemos gastado dos de las diez balas en sendos productos de almacenaje. Es decir, hemos preferido sacrificar algunos elementos que pueden ser muy útiles con niños en el coche como es el caso de los dispositivos tecnológicos -así evitamos entrar en las arenas movedizas de este debate y que cada uno haga lo que crea oportuno al respecto-, a cambio de darle prioridad a llevarlo todo muy ordenado.

¿El motivo? Que la experiencia, al menos a nosotros, nos ha enseñado que tan importante es que los niños estén entretenidos y tengan a mano todo lo que necesitan como mantener un orden a largo plazo en el coche para evitar que los adultos colapsen al ver el desastre en el que puede convertirse la parte trasera del vehículo sin dicho orden y sin un mínimo de limpieza.

Seguramente te saldrán algunos objetos más que añadir a la selección, que como siempre decimos es una lista abierta a la que simplemente ponemos un tope porque de lo contrario convertiríamos el coche en una réplica de la casa, y ni el uso que se le da ni el espacio que ofrece son iguales.