Un velo a favor de la igualdad en Irán
Las redes sociales se han inundado de imágenes en las que los hombres aparecen con el yihab para protestar contra la obligatoriedad que tienen las mujeres de usarlo en Irán.
Está claro que las mujeres por desgracia, seguimos viviendo en una situación de desigualdad.
Históricamente, es la mujer la que queda relegada al cuidado de los hijos y las tareas del hogar mientras que los hombres llevan a casa el dinero para vivir y son los “jefes” de la vida familiar.
En España, sin ir más lejos, durante la época del franquismo las mujeres prácticamente no trabajaban. Poco a poco, hemos conseguido dos cosas: por un lado, que el hombre se implique en las tareas del hogar, cuidado de los hijos y todo lo relacionado con los temas de casa. Por otro lado, que la mujer pueda trabajar, a la vez que lleva, junto a su pareja (marido, novio, novia, mujer) lo relacionado con el hogar.
El velo por las mujeres
Por desgracia, en países como Irán –lugar que nos ocupa- no es solo la gran desigualdad que existe hombres-mujeres por (inserte aquí la razón que sea), sino que las mujeres están obligadas, entre otras muchas cosas, a llevar hijab, sea cual sea la temperatura (verano, invierno, a cero grados o a cincuenta).
Por ello, se ha creado esta campaña en redes sociales –recordemos que allí está prohibido manifestarse en la calle-, en la que los hombres (padres, maridos, hermanos, novios, primos) se fotografían con el velo en solidaridad con las mujeres y como una muestra más de reivindicación en contra de la obligatoriedad a llevar el velo islámico. Lo ideal sería una elección: quien quiere lo lleva, quien no quiere, no lo hace.
La podéis seguir por las redes sociales, con la etiqueta #meninhijab
¡Educa en la igualdad!
De esta forma, recordamos la importancia de inculcar a los niños la igualdad desde el primer momento. Enseñarles lo que es, lo que significa y por qué es lo correcto.
- Para empezar, lo que hay que hacer, es desechar los roles que tenemos inherentes a nosotros y que, generación tras generación, repetimos y, por ende, se los transmitimos a nuestros hijos.
- Somos todos iguales y nuestros hijos también. Poner o recoger la mesa es tarea de todos.
- Los niños sí lloran y no por eso son menos ‘chicos’. Las niñas sí pueden practicar deportes que, socialmente, siempre han estado orientados a hombres.
- Una gran multitud de ejemplos que solemos usar y que, poco a poco, hay que ir desterrando de nuestro día a día.
Por otro lado, y gracias a este acto, podemos ver cómo los hombres también va sumándose a intentar forjar una igualdad. Primero, en países como Irán, en los que han salido a la palestra para reivindicar la eliminación del velo. Después, en otros países aparentemente mucho más feministas (igualitarios) como España, en los que ellos ayudan en todos los aspectos que eran terreno femenino hasta hace no muchos años.
Por ello, el apoyo a la mujer es crucial en la lucha social por conseguir una igualdad plena y absoluta y ¡qué mejor forma de demostrarlo que está!