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Los alergólogos recomiendan mascarillas FFP2 para niños con alergia al polen

Llega la primavera y con ella la temporada de alergias al polen y rinitis. Este año, los alergólogos recomiendan que los niños con alergia al polen utilicen mascarillas FFP2 para protegerse ya que son las que más partículas filtran y las que mejor se adaptan a la cara.

Desde hace un año, las mascarillas se han convertido en el accesorio primordial cada vez que salimos a la calle. Alrededor de ellas hay un mercado amplio y, sobre todo, diferentes opiniones formadas: que si las quirúrgicas son suficientes para controlar los contagios (como afirma el Ministerio de Sanidad), que si sería mejor llevar una FFP2, que si estas son demasiado para la población general…

Por suerte, a cada persona le dejan decidir por sí misma el tipo de mascarilla que más se adapte a sus necesidades y preferencias pero, eso sí, los expertos siguen dándonos recomendaciones de uso. ¿La última? Tiene que ver con la alergia al polen y la población infantil: la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica recomienda el uso de las mascarillas FFP2 para los niños con alergia al polen este año.

La razón tiene que ver con su poder de filtración: “Las FFP2 son más eficaces que las higiénicas y las quirúrgicas porque filtran hasta el 95% de partículas y, además, se ajustan a la cara”, afirma el doctor Javier Torres, de SEICAP. Además, la Sociedad es tajante al responder que las mascarillas quirúrgicas están hechas para proteger a los demás de los productos exhalados, mientras que las FFP protegen también al que la lleva puesta de las partículas suspendidas en el aire (y, ojo, hay que recordar que en el aire no solo hay SARS-CoV-2).

Este año habrá más alergia y hay que protegerse mejor

Según datos de la misma sociedad, el número de niños con alergia aumenta un 2% cada año en España y se augura que ese porcentaje vaya aumentando exponencialmente con el paso de los años.Este año estamos observando que los síntomas asociados a la alergia han comenzado antes y esto tiene una razón: el cambio climático. Al menos, así lo afirma un estudio publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of  Sciences’: explica que las temporadas de polen comienzan ahora 20 días antes y son 10 días más largas.

Además de este hecho, en 2021 se espera una polinización más intensa durante la primavera, según los expertos de la SEICAP. ¿Por qué? “Este año hemos tenido días en invierno muy fríos, con heladas y nevadas, lo que propicia que las plantas tengan raíces más profundas, crezcan más vigorosas y tengan mayor capacidad para adquirir nutrientes, lo que repercute en una mayor producción de polen. Por otro lado, que añadir los problemas derivados de la contaminación que también influyen en la polinización de las plantas”, afirma el doctor Torres.

Es por ello que el experto recomienda no usar este año mascarillas con válvula para protegerse de la alergia primaveral ya que, aunque son bastante cómodas, sí podrían dejar pasar el SARS-CoV-2, aunque protejan bien frente al polen. “Las quirúrgicas, por su parte, aunque filtran partículas, quedan menos ajustadas y dejan huecos por los que podría pasar el polen”, explica Torres.

Menos rinitis alérgica que otros años

En 2020 ya pasamos la primavera con la mascarilla puesta por la crisis sanitaria y esto sirvió a varios investigadores para llevar a cabo un estudio con el que concluyeron que se había producido un descenso de síntomas de rinitis alérgica. “Esta reducción de síntomas se debe a que las mascarillas más recomendadas para afrontar el COVID-19 son las FFP2 y FFP2, las mismas que aconsejan los alergólogos para las personas con rinitis alérgica”, explica Xavier Gastaminza, director general de la firma Star Care.

Pese a la reducción, la SEICAP hace un llamamiento a las familias para que aprendan a distinguir los síntomas para diferenciarlos de infecciones respiratorias como la producida por la COVID-19. “Algunos síntomas pueden coincidir, pero ya sabemos que la tos, fiebre y pérdida de olfato son signos prominentes de COVID-19, mientras que la congestión nasal, el prurito y la conjuntivitis son más propios de una rinitis alérgica”, concluye el doctor Torres.

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