Crean una tecnología de escaneo de retina para detectar autismo en los niños
Con el fin de que la detección del autismo en los niños sea mucho más temprana, un investigador de la Universidad de Hong Kong ha desarrollado una tecnología de escaneo de retina que detecta esta condición en los niños. Podría suponer un gran avance para que los menores que la padeciesen tuvieran una pronta evaluación.
Uno de los grandes problemas relacionados con el autismo suele ser su detección tardía. Y es que, saber detectarlo lo antes posible es lo mejor en pro de conseguir los mejores resultados en el desarrollo del niño.
En este sentido, un científico de la Universidad de Hong Kong, Benny Zee, ha elaborado un método que, a través del aprendizaje automático y la inteligencia artificial para escanear las retinas de niños de 6 años, es capaz de detectar el autismo temprano o el riesgo de autismo. El objetivo es que esta investigación sea un instrumento complementario a una evaluación profesional que se realice en los hospitales.
Tal y como afirma Zee, “la importancia de iniciar la intervención temprana es que todavía están creciendo, todavía se están desarrollando. Así que hay una mayor probabilidad de éxito”. Y es que, como decimos, el gran inconveniente a veces es que sigue existiendo un gran estigma en torno a esta condición, y los propios padres de los pequeños se niegan a creer que sus hijos la padecen, aun viendo que hay unas señales claras.
Por eso, contar con una prueba como esta, podría facilitar enormemente que esa negación de muchos padres no se prolongue en el tiempo y de esta manera se iniciasen los tratamientos más rápidamente.
¿En qué consiste el método de Benny Zee?
Lo que utiliza el método de este científico chino es una cámara de alta resolución que cuenta con un nuevo software informático. Este se encarga de analizar una combinación de factores, entre los que se incluyen las capas de fibras y vasos sanguíneos de los ojos.
Desde luego que puede suponer un gran avance para ayudar a la detección temprana, y en especial, en su propio país, ya que los niños que padecen autismo en Hong Kong tienen más de uno año y medio para poder ir a la consulta de un especialista.