La pandemia ha afectado a los niños: su mayor deseo es poder jugar al aire libre como antes
Si preguntases a tu hijo cuál es su deseo, probablemente, respondería que poder volver a recuperar el tiempo de juego con sus amigos, abrazar a sus seres queridos y que todo esto pase cuanto antes.
Una de las grandes preguntas que nos hacemos después de los episodios de confinamiento producidos desde el pasado año con motivo de los contagios por COVID-19 y a raíz de la pandemia sanitaria que atravesamos es cómo afectará esta situación a la mentalidad de la población.
Ante esto, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud habla de ‘fatiga pandémica’: “desmotivación para seguir las conductas de protección recomendadas que aparece de forma gradual en el tiempo y que está afectada por diversas emociones, experiencias y percepciones, así como por el contexto social, cultural, estructural y legislativo”. Según ellos, sus efectos son el cansancio, el hartazgo o la sensación de descontrol e incertidumbre que nos lleva a sentirnos fatigados.
Y, por mucho que los duela, esta fatiga no solo la perciben los adultos: también la están sufriendo (y mucho) los niños: están más tristes, apáticos, desmotivados o estresados.
De hecho, no es algo que únicamente cuenten los expertos, también es algo que ellos mismos terminan manifestando. Un estudio llevado a cabo por la Fundación Crecer Jugando y AIJU (Instituto Tecnológico de Producto Infantil y de Ocio), refleja los anhelos y deseos de los niños y pone de manifiesto la situación tan compleja que atraviesan.
¿Cómo lo han hecho? Han preguntando a 1000 niños y niñas que cómo les gustaría celebrar el 26 de abril: el Día del Niño y de la Niña propuesto por la Fundación Crecer Jugando para reconocer el día en el que los peques pudieron salir a la calle a jugar después del confinamiento. Todos tienen claras sus preferencias: al aire libre, pasando tiempo y jugando con su familia y con sus amigos. “Es la primera generación que vive una situación de pandemia como la actual, en un entorno familiar y social en lo que lo más importante es la salud y la seguridad de las personas”, nos cuenta María Costa, doctora en pedagogía y directora de investigación Infantil en AIJU. “Los niños han aprendido a valorar cosas como el abrazo de un ser querido, la importancia de los abuelos, compartir juegos y juguetes con otros… no piden grandes eventos, sino pequeñas cosas”.
Y es que, de los 1000 niños preguntados, un 64% afirma que les gustaría pasar este día con su familia, mientras que un 55% escoge a los amigos. “Es significativo ver cómo los niños y niñas preguntados muestran la necesidad de hacer cosas que han cambiado por la pandemia, como recuperar el tiempo con sus familias y amigos, abrazarse y poder divertirse juntos otra vez”, comenta José Antonio Pastor, presidente de Fundación Crecer Jugando.
Los niños quieren estar al aire libre
El mismo estudio preguntó a los peques en qué lugar les gustaría celebrar este Día del Niño y de la Niña y la mayoría lo tuvo claro: al aire libre. En concreto, un 51% se decanta por los parques y las áreas de juego, mientras que un 46% escoge los colegios y solo un 27% preferiría pasarlo en casa.
La falta de contacto social condicionará su desarrollo
No hace falta irse a un futuro muy lejano para comprobar cómo afectará esta situación a los más pequeños: su respuesta al estudio que comentamos dejan entrever que el aislamiento hace necesaria para ellos un acercamiento social que ya está candente. “Si antes veíamos una tendencia infantil al individualismo, ahora mostramos cómo piden recuperar el juego compartido y las actividades sociales. Piden salir a jugar juntos, abrazarse de nuevo y compartir, así que podemos pensar que las relaciones sociales han salido reforzadas de la pandemia”, nos cuenta María Costa.
De acuerdo a sus palabras, los niños han aprendido a desarrollar este último año un carácter más solidario y tolerante, clave a la hora de mantener la paz en el ámbito familiar durante la pandemia. “De lo más positivo que nos podemos encontrar en ellos es ese cambio hacia una mayor educación emocional y de respeto hacia el grupo y no solo hacia el individuo”.