Ser Padres

Un niño rompe la luna de un coche sin querer y deja una nota de disculpas

Ha sucedido en Sevilla y el contenido de la nota que dejó al lado el agujero de la luna será lo más tierno que veas en el día de hoy.

Las travesuras de los niños son algo normal, con lo que tenemos que aprender a convivir. Están descubriendo el mundo, autoexplorando lo que tienen a su alrededor y es normal que a veces se equivoquen o tengan demasiada curiosidad por hacer algo.

Otras veces, no se dan cuenta del peligro que tienen delante de sus ojos y juegan sin que nada importase. Pero, aunque tengamos que aprender a vivir con las travesuras, sí debemos saber cómo educar a nuestros para reaccionar ante una.

El protagonista de esta historia es el claro ejemplo de buena educación ante un accidente no intencionado. Se trata de Alejandro, un niño de 12 años de Palomares del Río (Sevilla) que jugaba con una pelota en su calle. En cierto momento tuvo un accidente: la pelota impactó contra la luna de un coche que estaba aparcado y ocasionó en ella varios agujeros. El cristal quedó completamente roto.

Quizás la reacción de muchos niños hubiera sido salir corriendo y no contar nada (no le vio nadie), correr a contárselo a su familia o, incluso, llorar del susto, pero la madurez que demostró este le ha valido para hacerse viral en redes sociales.

Una nota a modo de disculpa

Y es que, lejos de achantarse ante su error y echar culpas fueras, se responsabilizó del accidente y así lo dejó constar en una nota que encontraron los dueños de Talleres Cauro, el taller donde se llevó el coche a reparar: “he roto sin querer su cristal. Soy Alejandro. Disculpe”, rezaba la misiva.

Además, consciente de que tenía que hacerse responsable, dejó el número de teléfono de su madre y de su padre debajo para que el dueño del coche se pusiera en contacto y, así, su familia pudiera hacerse cargo de la reparación de la luna. Tuvo que ir hasta casa de un amigo a por papel y boli para escribir la nota y, posteriormente, regresar al lugar del accidente para dejarla sobre el parabrisas.

“No solo tenemos vandalismo en el pueblo, también hay niños con muy buena educación como este chiquillo. Al empezar nuestra segunda jornada laboral de hoy nos hemos encontrado con este cristal roto de un cliente y con esta nota. Gracias a la familia por el gesto de este chaval que se debe a una buena educación”, decían los dueños del taller en el post de Facebook en el que contaban la historia.

Las reacciones de los usuarios ya se cuentan por millones. Incluso algunas personas piden que no le cobren el arreglo para agradecer la buena acción del pequeño.

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